En una de estas situaciones, en un cálido día de verano de esos en que de repente te das cuenta de que no has tenido mucho tiempo para ti y decides arreglarte un poco pintándote las uñas de un color refrescante, te encuentras al granujilla pegado, mirándote con su irresistible cara de angelito y pidiéndote hacer como tú. Le puedes negar ese deseo hasta cierta edad. El problema es que sus amiguitos ya llevan las uñas pintadas como sus mamás, y ahora vas tú y le explicas que eso no es para los pequeños. Y ya si hablamos de lo difícil que es de por sí sensibilizar a la población en general sobre todos los productos nocivos que contiene un pintaúñas, imagínate hacer entrar en razón a un niño por un motivo así.
Os voy a proponer una receta de pintaúñas para niños que es totalmente natural y os puede sacar de un apuro durante una temporada. Sólo se necesitan dos cucharas soperas de agua, 1 cuchara sopera de maicena, y unas gotitas de colorante alimentario. Lo mezclamos todo y ajustamos las cantidades si deseamos hacerlo más o menos espeso. Después ya podemos aplicarlo en las uñas con un pequeño pincel y a secar.
No os voy a engañar, no queda como un pintaúñas de los que se compran en un comercio y se conserva poco tiempo. Se va fácilmente con el agua y el propio ajetreo de los niños hace que desaparezca pronto. La ventaja es que se lo pasan pipa con esta actividad y es algo sencillo que podéis hacer juntos. Podéis repetir en varias ocasiones y experimentar con otros colores. Vais a ganar un poco de tiempo e irles transmitiendo algunos valores sobre los beneficios de fabricar sus propios productos.
Más adelante, cuando vayan creciendo y no se conformen con esto, ya habrá tiempo para hacerse con algún pintauñas para niños de los que se pueden encontrar en las tiendas de productos biológicos. Algunas marcas están empezando a comercializar cada vez más este tipo de artículo porque está aumentando la demanda. Hasta entonces, ¡no dejéis de probarlo y disfrutad de un bonito momento de complicidad con vuestros hijos!