Justo hace una semana tuve la oportunidad de entrevistar en la radio a la autora del libro #socorro! ¿qué hace mi hijo en las redes sociales?, Mª Cristina Meléndez, de la que ya os hablé en su día, y me sorprendió el dato de que los jóvenes son más cuidadosos con el tema de la privacidad que los adultos. Y efectivamente, es cierto. ¿Quién, amante de las redes sociales, no ha subido una foto de la cena de Navidad, del último regalo que le han hecho o de la escapadita que ha hecho con el buen padre? Y Cristina iba más allá, ¿quién no ha subido imágenes de su hijos embadurnados de papilla, chocolate o disfrazados en los últimos carnavales? Y para meter el dedo en la llaga habló de las fotos de las primeras veces de los niños en el orinal o en el váter, Del primer ejemplo, no hay duda de que soy la primera en hacerlo. Pero del momento váter y/o bañera desnuda o incluso en la playa o piscina en braguita ahora que ya tiene 6 años, que Dios me libre de hacerlo. Porque la Princesa hoy tiene 6 años y, aunque es una niña, tiene intimidad y tiene todo el derecho de usar el orinal (ya no) o el váter en privado (aunque yo no lo tenga por tenerla siempre cerca). Y la Princesa crecerá y no creo que le haga gracia que en plena edad del pavo llegue a manos de sus amiguitos una foto de ella apretando como si no hubiera un mañana.
Muchos me podréis recriminar que yo hago pública la vida y milagros de la Princesa a través de este blog. Pero os puedo asegurar que siempre bajo su autorización, Son muchas las perlas que me guardo por expreso deseo suyo, o fotos que no subo por ridículas o comprometidas para ella el día de mañana.
Para muchos os parecerá una obviedad la entrada de hoy, pero solo echad un vistazo a vuestro muro de Facebook y seguro que os aparecerá más de un pequeño caganer.
¡¡FELIZ LUNES!!
(Empieza la cuenta atrás para la primavera)