¿Para qué sirve el masaje perineal?
Con un masaje especialmente indicado para esta zona, el perineo se estira, se ablanda y se le dota de más elasticidad para que en el momento del parto esté más preparado para abrirse. Además, el masaje sirve para conocer un poco las sensaciones que sucederán durante el parto y familiarizarse con ellas, ayudando así a relajar la zona en el momento cumbre del alumbramiento.
Los especialistas aconsejan que el masaje se haga tras la ducha, o aplicarse compresas templadas en la zona para que los músculos estén más relajados. También es conveniente vaciar la vejiga antes de comenzar. Además, las manos deben estar limpias y las uñas recortadas para evitar rasguños o heridas y por ende, posibles infecciones.
Para facilitar el movimiento, se puede emplear aceite de oliva, de almendras, o aceite de rosa mosqueta, que además de sus múltiples propiedades, también lo podrás utilizar en el post parto, para ayudar a cicatrizar la zona.
La técnica para efectuar el masaje perineal difiere levemente en función de si se lo hace la embarazada o lo ejecuta su pareja; así, para la embarazada será más sencillo utilizar el dedo pulgar, sin embargo, si lo hace otra persona, debe emplear el índice y el corazón.
Para el automasaje, la gestante puede colocarse en la postura que considere más confortable, preferiblemente en cuclillas, semi sentada con unos cojines y el espejo en frente o bien tumbada y con la espalda apoyada en la pared. Hay mujeres que prefieren estar de pie y levantar una pierna apoyándola en alguna silla. Todo es buscar la posición más cómoda para cada una.
Si lo realiza la pareja, la mujer puede tumbarse con la espalda apoyada en la pared para estar más cómoda. Una vez en posición, se aplica un poco de aceite en los dedos que se vayan a utilizar y se comienza con la técnica.
A continuación os adjuntamos un vídeo, elaborado por Laboratorios Rubió, en el que se explica para qué sirve el masaje perineal y cómo se realiza de manera detallada:
¿Cada cuánto tiempo hay que hacer el masaje perineal?
Lo recomendable es empezar unas 4 ó 5 semanas antes de la fecha probable de parto, es decir, hacia la semana 35 (hay quien empieza antes) y hacer el masaje a diario durante unos 5 a 10 minutos. Lo ideal es que haya una constancia y se haga de manera rutinaria para que el perineo vaya cogiendo elasticidad. Como os hemos comentado, si se hace después de la ducha, cuando ha estado un rato en contacto con agua caliente, está más elástico.
Cuanto más te conozcas y acostumbres a ello, cuanto más tranquila estés a pesar de la molestia, más preparada estarás para el momento del parto porque más capaz serás de vivir la molestia con normalidad y aceptarla tal y como viene. Cuanto más intranquila estés y más vivas el dolor, más se centrará el parto en ello, en lo mal que te encuentras, y más dolerá al final.
Evidentemente, el masaje perineal no es imprescindible para dar a luz correctamente, pero puede ayudar a prevenir heridas perineales y puede ayudar a ir al parto con la zona más preparada y con más capacidad de conocimiento del proceso, al ser más consciente y sensible de los cambios que se produzcan. Además, ejercitar los músculos del perineo durante el embarazo, mediante masajes específicos, puede evitar que el ginecólogo tenga que practicar una episiotomía, una incisión que se practica en el perineo de la mujer, partiendo de la comisura posterior de la vulva hacia el ano, con el fin de evitar un desgarro de los tejidos durante el parto y facilitar la expulsión de la criatura.
Si tienes tiempo y te apetece, desde Quiero ser mamá, te animamos a probar este masaje, que además, puedes tomártelo como un nuevo juego sexual con tu pareja. ¡A por ello!
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