El caso es que al hablar de ello, tanto en la entrada anterior como en las conversaciones a través de las rrss o en al misma vida 1.0, todo el mundo me suele preguntar lo mismo.
"Por qué llevas a tus hijos a diferentes colegios?"
Sí, sí, ya se que de primeras resulta raro y causa intriga. Lo se por los comentarios, los mensajes de FB y los whatsapp que recibo de gente con quien tengo cierta confianza.
Hace años no era extraño encontrar hermanos que iban a diferentes colegios, cuando éstos segregaban a sus alumnos por sexo sobre todo. Yo misma fui a un colegio de monjas femenino y tenía compañeras cuyos hermanos varones asistían a otro colegio.
Hoy en día, afortunadamente ya no hay esa segregación por sexos (y si la hay, es minoritaria) por lo que ya no es un handicap para las familias.
Lo nuestro ha sido pura carambola, por decirlo de alguna manera. De hecho, lo que en realidad quisiéramos es que los dos asistan a ambos colegios, pero tenemos ciertas dudas y por eso nos hemos planteado esta solución temporal.
No se cómo va en otras comunidades autónomas pero, a efectos de centros escolares, en Andalucía las ciudades se dividen por distritos y te dan puntos en función a ello, es decir, más puntos por elegir un centro en el distrito de tu domicilio, menos puntos por zona limítrofe y así sucesivamente. Optar a un colegio de otro distrito es prácticamente imposible, máxime si es un colegio muy demandado (sea público o privado ya que aquí hay centros públicos de muy buena calidad).
O sea, no puedes elegir colegio libremente, bueno sí, puedes hacerlo, otra cosa es que a tu hijo le den puntos suficientes para entrar. La realidad es que puedes elegir dentro de tu distrito, y obviamente no todos los distritos cuentan con una buena oferta de colegios. En el nuestro, por ejemplo solo hay un colegio concertado (cuando en el centro el 90% de los colegios son concertados, como no podía ser de otra manera) y de los colegios públicos, un par de ellos son relativamente buenos-aceptables, el resto son de los que huyes.
Cuando escolarizamos a Iván se quedó fuera del primer colegio al que optamos, como os contaba en esta entrada. Es un colegio concertado de difícil acceso, el único colegio concertado del barrio, y ese año hubo exceso de niños por ratio (fue el año del chequebebé) por lo que muchos niños se quedaron fuera, en general, del primer colegio seleccionado. Se tuvieron que abrir lineas extra en los centros con espacio para ello y repartir el excedente de niños entre las plazas creadas. A Iván lo derivaron a un centro público en la quinta puñeta, que no era ni distrito limítrofe, pero al final, después de dar un poco por saco en Delegación, logró plaza en un colegio público del barrio. Es el colegio donde ha cursado la etapa de Infantil y donde, de momento, cursará Primaria.
A pesar de que nos ha ido bien en este colegio, siempre hemos tenido la espina clavada de que Iván no haya podido estudiar en el que habíamos elegido en un primer momento para él. La experiencia en su cole además no ha sido mala, pero tampoco estoy plenamente segura de que sea la mejor opción, hay un algo ahí que no me acaba de convencer.
Este año tocaba la escolarización de Antía y en un principio pensamos en solicitar plaza en el mismo colegio que Iván, que además debo de decir que es el más cómodo porque está a dos pasos de casa, tardamos un par de minutos en llegar caminando y eso es un lujo.
Pero, dadas ciertas circunstancias, este año había muchas probabilidades de que ella sí entrara en el colegio que en un principio elegimos para Iván. Así que, tras hablarlo los responsables del tema, o sea, papá y yo, decidimos solicitar plaza para ella. No solo hay menos niños a escolarizar sino que contábamos con 2 puntos extra por el pequeño retraso del habla que tiene, y puntos que nos han dado por la renta (alguna ventaja debe tener estar desempleado -modo ironía ON-). Así que ha logrado plaza sin problema.
Tras esto la cuestión a plantearnos era trasladar a Iván a ese colegio, y de hecho lo solicitamos pero, como era lógico, no hay plaza, no al menos mientras su hermana sea no alumna oficial del centro (no vale con estar admitida). Una vez matriculada y tal, podríamos solicitar el agrupamiento familiar.
Pero se nos plantea otro tema que no podemos menospreciar: la alta capacidad intelectual de Iván. Este año será el primer curso que inicie con un informe que determine su especialidad, por lo que no sabemos qué nos vamos a encontar. En su colegio actual no están habituados a trabajar con este tipo de niños y, dado que se han jubilado dos maestros, tendrán una maestra nueva para ellos y para el centro (hoy nos hemos enterado de que será maestra y no maestro), por lo que no sabemos nada de ella, de su metodología ni de su forma de trabajo.
Tenemos la confianza de saber que el colegio se implica mucho en los niños con necesidades específicas, de hecho hay un aula como tal para niños con transtornos madurativos, del desarrollo y del espectro autista. Niños a los que intentan integrar de la mejor manera posible y con los que hacen un trabajo estupendo, doy fe de ello. Esperamos tener la misma suerte.
Tampoco sabemos cómo trabaja el otro colegio con los niños de alta capacidad intelectual, no hemos encontrado a nadie que nos de referencia de ello, motivo por el que no me atrevo a cambiar a Iván de primeras. Y como colegio en general tiene muy buena fama pero siempre hay alguien que no ha tenido una buena experiencia. Además de que, en teoría, la atención a niños con necesidades especiales es más deficiente en los colegios concertados que en los públicos, pero es algo que no sabemos tampoco de primera mano sino de oídas en plan "pues fulanito de tal me contó que...", y a eso le doy credibilidad... la justa.
Otra circunstancia es que ambos colegios tienen los ciclos de Infantil y Primaria en ubicaciones diferentes, por lo que, de estar los dos en el mismo cole, aún así estarían separados, por lo que ni uno ni otro nos sería más cómodo en este aspecto.
Así que, tras mucho hablar, hemos pensado que tenemos una oportunidad excelente para probar ambos colegios. El de Iván ya lo conocemos y pese a que estábamos muy contentos con la maestra que ha tenido en Infantil, ella se ha ido a otro colegio y la que estará al cargo del curso de 3 años no nos gusta. El otro, obviamente, no tenemos experiencia propia, pero nos gustaría tenerla.
La idea es que de momento Antía curse Infantil en su colegio y que, a medida que pase el tiempo, conozcamos el colegio y tengamos en la mano suficiente información, decantarnos por uno o por otro. Es decir, si nos convence más el de Antía trasladar a Iván, que nos costaría más, y si nos decepciona, trasladar a Antía al de Iván, tarea más sencilla porque suelen haber plazas libres. En caso de que nos guste más el colegio de Antía, decidamos trasladar a Iván y no logremos plaza en Primaria, sabemos que en Secundaria no habrá problema porque se amplía la ratio de 25 a 30 alumnos por aula, y en este caso nos interesaría mucho más ya que no nos gusta la idea del cambio al instituto del barrio con 12 años.
Se que no es una solución muy ortodoxa pero, habiéndonos quedado con las ganas de ese colegio, no queríamos cerrarnos las puertas definitivamente, teniendo oportunidad de conocerlo por experiencia propia.
Ambos estamos convencidos de que la etapa escolar marcará significativamente sus vidas, por lo que no es una elección que se deba tomar a la ligera ni conformarnos con lo que sea más cómodo para nuestras vidas. Podemos equivocarnos, lo se, pero al menos me quedo con la convicción de haber intentado por todos mis medios ofrecerles lo que creo que es mejor.