¿Cuantas veces habéis vivido en casa esta situación?
Hijo.- mamaaaa!!, mamaaaa!!! ven a jugar conmigo?
Madre.- Ahora no puedo que estoy limpiando
Hijo:- Mamaaaaa!!!, mamaaaaa, mira lo que están poniendo en la tele.
Madre:- Míralo tú y luego me lo cuentas que yo ahora no puedo
¿No os suena esta conversación? ¿Cuántas veces la has vivido en casa? ¿Cuántas veces le has dicho a tu hijo que ahora no es el momento de jugar? ¿de pasar un rato juntos? ¿de ver la tele?......
Durante los primero años de la vida de vuestros hijos, estos os están demandando constantemente vuestra atención, tan solo es cuestión de que determinéis cuando es un capricho y cuando una necesidad.
Cuando vuestros hijos os reclaman y le dais un no por respuesta le estáis negando que comiencen una relación con vosotros, le estáis negando tiempo, dedicación, juegos, experiencias....
Muchas veces esta actitud de los padres se debe a la falta de tiempo, a la cantidad de tareas atrasadas que hay que hacer, a la poca importancia que a veces se le da a esos primeros vínculos o relaciones en el que vemos los niños tan pequeños que pensamos que no es importante estar con ellos continuamente jugando o dedicándole nuestra atención.
Mi consejo, deja un poco de un lado tus obligaciones y presta algo más de atención a tus hijos, juega con ellos, no tengas miedo de tirarte al suelo, revolverte o arrastrarte por la tierra, ellos te necesitan. no pienses que esa es una forma de que te pierdan el respeto, nada de eso!!!!!!
No pienses que sus primeras conversaciones no son importantes, es más, son mucho más importantes de lo que piensas. Son las que sentarán las bases de vuestra relación futura. Dedícales el tiempo que necesiten, escúchalos sin prisas.
A pesar del mundo de locos en el que vivimos, dedícales calidad si no puedes dedicarle cantidad, tanto en juegos, actividades, experiencias, cuentos, ratos juntos para disfrutar,....
No pienses que la relación con tus hijos comienza cuando puedes mantener con ellos, una conversación madura de adultos, estás muy equivocad@. La confianza, el respeto, la cercanía, todo eso hay que trabajarlo desde que son pequeños.
Si no fíjate en la siguiente viñeta:
Si tu hijo aprende o le enseñas a estar sólo, de mayor no te buscará porque no te necesitará. No olvides que las personas nos adaptamos a lo que nos rodea y aprendemos de nuestro entorno. Si le enseñas la soledad, la falta de comunicación, una nula relación, no fomentas la confianza y no tienes interés por él, que no te extrañe que de mayor se comporte él igual contigo.