La disciplina positiva es una enseñanza respetuosa mediante la cual se busca entender el comportamiento de los niños. Esta práctica se fundamenta en la empatía y la comunicación en las relaciones entre progenitores e hijos.
La parte esencial en la que se basa la disciplina positiva son los acuerdos y los pactos. Estos son una forma racional de entendimiento entre ambas partes. Construyen los límites de la educación respetuosa. Es una colaboración mutua y la aceptación de responsabilidades. Esto hace que el peque coja confianza y se vuelva más independiente sabiendo sus propios límites, previamente acordados.
Es importante que estos acuerdos de la disciplina positiva se establezcan mediante la palabra en reuniones familiares, que también se pueden aprovechar para realizar cumplidos entre todos los miembros de la unidad familiar e incluso organizar planes y actividades para la próxima semana.
Esta disciplina no es nada sin la amabilidad y la firmeza, pero sobre todo se construye sobre las conexiones entre padres e hijos que darán resultados a largo plazo. ¡No te pierdas el vídeo!
¿Habíais oído hablar alguna vez sobre la disciplina positiva?