Para ello voy a darte una serie de consejos para que cuides tu salud y tu postura con el paso de los años, ya que los problemas de espalda son un mal que nos atacará a todos, pero si se puede hacer para que sea más tarde que temprano mejor que mejor; asique voy a darte una serie de consejos para que esto no suceda a una edad temprana.
- Si tienes bebes necesitas una de las muchas mecedoras del mercado: Te voy a recomendar dos tipos de mecedoras que necesitas si tienes un bebé, por un lado una mecedora para tu bebé de las nórdicas que se colocan en el suelo y el propio bebe o niño se balancea y se relaja y se queda dormido; o por el contrario también lo puedes colocar en la mecedora y moverlo suavemente con el pié para que se quede dormido. No se recomienda emplearlo en bebe menores de 6 meses. También te recomiendo las mecedoras de lactancia, ya que son ideales para los papás y sobretodo para las mamas que aún siguen dando el pecho a sus bebes. Ya que cuando se le intenta dar el biberón en una silla normal, el peso o mejor dicho contrapeso recae sobre la espalda que es la que hace todo el trabajo. Con una de estas mecedoras de lactancia la espalda está en reposo sobre la propia mecedora de lactancia y el bebé descansa y come sobre nuestros brazos para después quedarse dormido.
- Sillas con asiento ergonómico: Son ideales tanto si trabajas en una oficina como si trabajas desde casa en tu propio despacho, ya que son necesarias para que nuestra espalda esté siempre en contacto con una superficie de apoyo y no nos lesionemos
- Sacos de calor: La gente sólo se acuerda de ellos cuando tenemos una lesión de espalda o algún dolor en concreto, pero lo ideal es usarlos una o dos veces por semana ya sea en una silla, en una mecedora, en la cama, etc... para relajar la musculatura de esa zona y de esta forma poder relajar la tensión de la espalda.
- Duchas de agua fría. Son mi gran invento de este año; me lo recomendó el fisio y la verdad es que han sido revolucionarias, por lo menos para mi. Se pueden sustituir las duchas de agua fría por bañarse en el río o en el mar si lo tienes cerca de casa después de hacer deporte.
Esto son sólo algunos consejos para aprender a entender las necesidades de nuestro cuerpo en concreto de nuestra espalda y así poder relajarnos y tener una mayor salud.