Con la llegada de Olivia a casa he perdido el estatus de reina de la casa. Ahora todo se centra en ella y su padre conoció a la mujer de su vida el 11 de julio de este año. Supongo que será porque es nuestro segundo hijo o porque nos pilla 5 años más mayores, pero cada vez más el toma las riendas del cuidado de los niños.
Tienen una conexión fantástica y es precioso verlos juntos, y también cuando Lucas participa de los juegos y mimos.
La unión de padres e hijas, es algo precioso y bonito de ver y es algo que dista mucho de la relación con la madre. Es como la unión que tengo con Lucas, que es diferente a la que le une a su padre.
Olivia ha nacido con la piel sensible y un poco atópica, no tiene la gravedad que tiene Lucas, que el pobre ahora está de nuevo pasando por una racha bastante mala, pero tiene zonas con eczemas en el pecho, un brazo y la cara.
Cuando llegamos a casa de pasar el día fuera, cada uno nos repartimos la tarea del baño. Unas veces con Lucas y otras con Olivia. Con los dos hay que tener especial cuidado con los productos que utilizamos. Cada vez másm e gusta usar con ellos cosmética BIO que proteja y cuide su piel delicada. Hace unos meses recibí la gama de Weleda para la piel atópica y ahora estoy probando su famosa gama de caléndula.
He estado leyendo acerca de sus propiedades y la caléndula es una de las plantas más eficaces y versátiles en el cuidado de la piel, especialmente de los más pequeños de la casa. Sus beneficios y propiedades les ayudan a complementar la acción celular de la piel y reforzar la resistencia de los tejidos de manera duradera. Por ello, es el cuidado más natural que puede recibir la delicada piel de nuestros niños.
Las flores de Caléndula tienen un color anaranjado y son típicas de la planta de Caléndula. Tienen propiedades suavizantes y apoyan la regeneración de la piel.
Nosotros usamos la crema facial a diario antes de salir de casa, para proteger su rostro y manitas contra el viento y frío.
En la hora del baño utilizamos los el gel de caléndula de la misma línea. Es un baño de crema, sin necesidad de aclarado, que protege la piel con delicadeza y neutralizan el efecto secante que provoca el agua. Es tan suave que convierte el agua en crema limpiadora, y no hace espuma para evitar los que se reseque la piel de Olivia.
Y que decir de su famosa crema de pañal, para nosotros es mano de santo y ese producto en concreto ya la utilizábamos cuando Lucas era bebé. Está pensada para calmar y regenerar irritaciones y rojeces en la zona pañal y es un indispensable en nuestro neceser. La hora del baño y su cuidado es un buen momento para que padre e hija pasen un rato al día, ya que suele llegar bastante tarde a casa a diario.
Así que hemos hecho de estos momentos una rutina de cuidados y sobre todo de amor y cariño.
¿Y vosotras usais cosmética Bio y ecológica para vuestros bebés?