Sí, es que cuando eres mamá descubres que puedes amar infinítamente y sin medida a una personita tan pequeñita. Es amor a primera vista. En ese momento, que después de tanto dolor, sea por las contracciones de un parto natural o por el corte de la cesárea, te acercan a tu bebé y se va todo en un instante, ahora él es tu mundo y lucharás por él siempre. Pelearás contra el mundo para que él sea feliz, quizá muchas personas te critiquen pero eso te hará más fuerte.
Ahora entiendo cuando mi mamá se preocupaba tanto por mi, ahora sé porque sufría cuando me enfermaba, ahora me doy cuenta que todo lo hizo porque yo sea feliz.
Lo único que quiero decir es que el amor se multiplica cada día. Yo amo tanto a mi hijo, que aunque a veces no esté con él físicamente y me encuentre fuera de casa, veo sus fotos y sonrío, me da ganas de meterme dentro del celular y apachurrarlo. Veo su carita al dormir como un ángel y le susurro cuánto lo amo, cuánto deseo quedarme con él por siempre, velar sus sueños hasta que Dios me de vida y si algún día no estoy con él, ruego a Dios lo guíe para que sea un buen padre y lo cuide siempre.
Quizá perdí esa libertad de soltera, dormir tranquila toda la noche, preocuparme los fines de semana por saber qué planes con mis amigas, comprar toda la ropa y maquillaje posible y tener tiempo para organizar mi semana a mi gusto. Ahora veo dibujos echada con mi gordo, ahora planeo su cumpleaños con meses de anticipación y el mío quedó en el olvido, ahora voy a un centro comercial y quiero comprarle todo, ahora quiero que él sea el niño más feliz del mundo.
No me arrepiento de ser mamá, y aunque fue antes de lo que planeé, no lo cambiaría por nada en el mundo. Es lo mejor que me pudo pasar.
Gracias hijito por hacerme sentir que estoy haciendo bien las cosas porque verte feliz es suficiente para saber que estoy en el buen camino. Gracias por este Día de la Madre y por todos los días despertando al lado tuyo y de papito. Los amo por siempre!