Os decidís y finalmente os sometéis a este tratamiento: previa estimulación ovárica, se procede a la extracción de los óvulos (punción ovárica), la fecundación en el laboratorio mediante ICSI, la observación, seguimiento y selección de los embriones (cultivo embrionario) y finalmente, la introducción de estos en el útero (transferencia embrionaria).
Pero, ¿qué ocurre después de la FIV?
Una vez los embriones seleccionados (máximo 3) ya se han transferido al útero de la mujer, el siguiente paso que determinará el éxito de la técnica es la implantación, que se produce cuando el embrión se adhiere fuertemente al útero. En el caso de que no se produzca esta implantación, se pierden los embriones y la FIV no ha funcionado.
Para saber esto, la mujer debe esperar, aproximadamente, dos semanas antes de realizar el test de embarazo. En este horizonte de tiempo, es totalmente normal que, sobre todo la mujer, esté constantemente pendiente de todos los cambios que experimenta en su cuerpo. Los nervios y el deseo de que todo haya salido bien hacen que se pregunte si cualquier mínimo síntoma es importante, si tiene algo que ver con el éxito o el fracaso del tratamiento.
Síntomas después de la transferencia embrionaria
Después de someterse a un tratamiento hormonal como el requerido para realizar una FIV, es habitual que la mujer experimente síntomas similares al del embarazo. Aún así, debemos esperar 15 días para saber si la implantación se ha producido y por tanto, la mujer está embarazada.
Sangrados leves: pequeñas pérdidas –siempre manchados inferiores a una regla- en los días posteriores a la transferencia embrionaria son normales y suelen ir desapareciendo en pocos días, no superando, generalmente, los dos o tres días. Se deben a la canalización a través del cuello del útero.
Flujo vaginal abundante: al igual que los sangrados, suele aparecer durante los primeros días posteriores a la transferencia embrionaria debido, sobre todo, a la hormona progesterona.
Mareos, náuseas, pinchazos, cólicos o dolor en la zona abdominal y lumbar: estas molestias son habituales tras la transferencia embrionaria. En su mayoría, se deben a la propia estimulación ovárica, en aquellos casos en los que la mujer se ha sometido al tratamiento con óvulos propios. En el caso de las mujeres receptoras de óvulos, los mareos y náuseas pueden ser debidos al incremento hormonal. Además, la ansiedad que se genera durante estos días de espera también puede justificar la sensación de mareo y fatiga.
Hinchazón y cambios en el pecho: se trata de un síntoma frecuente tras la administración de hormonas previas a la transferencia embrionaria, concretamente los estrógenos y la progesterona. Ambas pueden causar retención de líquidos y sensación de hinchazón y pesadez.
Sólo en caso de un sangrado muy abundante, la aparición de fiebre (por encima de los 38 grados) o un dolor persistente que no se calma con analgésicos comunes, se recomienda acudir al médico.
La dura espera, cómo sobrellevarla
Queremos hacer hincapié en la necesidad de hacer vida normal durante el tiempo posterior a la transferencia de embriones. Debemos tener en cuenta que si se tratase de un embarazo natural, la mujer no lo sabría pasados unos días de retraso de la regla y por tanto, esta actuaría con total normalidad. Aún así, se recomienda evitar actividades físicas muy fuertes como correr o hacer aerobic, es decir sobre todo, ejercicios de cardio que sean muy intensos.
Sabemos que la espera se hace eterna, pues se ha puesto ilusión, muchas esperanzas y también dinero en conseguir el ansiado embarazo, pero también debemos tener en cuenta que cuanto más nos empecinemos, más estrés emocional aparecerá y más eternos se nos harán los días. Por este motivo, se recomienda intentar mantener la rutina de siempre, tanto de ocio como de trabajo, eso sí, intentando dormir 8 horas, como todos deberíamos hacer (estemos o no buscando un embarazo). Hacer planes en pareja como ir al cine así como quedar con los amigos ayudará a evadirse y además, favorecerá al bienestar de ambos. Evitad el constante reconocimiento de síntomas de embarazo y pensad que dos semanas, en realidad, pasan volando.
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