Hoy te traigo la segunda parte, si aún no has leido la primera lo puedes hacer aquí. Sin más te dejo con sus palabras:
"Me hice una resonancia magnética en la cabeza y el resultado fue el esperado, no hay nada... Repetimos análisis y se confirmó lo que nos temíamos, fallo ovárico. Así que directamente me remitió a un especialista en fertilidad porque lo podría valorar mejor. En estos momentos yo ya me veía como madre, y después de todo esto lo quería ser ¡YA!
Pedimos consulta a un especialista que nos recomendó esta ginecóloga. Es en un hospital donde tienen una unidad de fertilidad. Nos hicieron análisis a los 2, y el trato que tuvieron, las instalaciones y todo era estupendo. Sólo podía pensar en que quería que nos trataran ahí.
Se confirmó lo que ya sabíamos. Si queríamos ser padres la única opción que nos quedaba era mediante la técnica de ovodonación. Es decir, óvulos donados por una mujer, fecundados con el esperma de mi pareja. Yo desde el primer momento lo vi claro, me daba igual que los óvulos no sean míos. Va a ser mi hijo, va a crecer en mi barriga y lo voy a parir, ¿qué duda cabe?
Empecé a leer foros del tema, escuchar opiniones. Llegó un día en que una chica preguntó si tenía un hijo mediante esta técnica, si lo iba a querer igual. Casi me da algo, ¿cómo no lo vas a querer? Lo vas a forjar en tu vientre, lo vas a sentir dentro, sus patadas, su hipo, ¿qué clase de pregunta es esa?
Me enfadé muchísimo, me abstuve de contestar, porque lo que hubiera dicho es "Si por un solo momento piensas eso ¡¡no tengas un hijo!!" Estuve varios días indignada, no me lo podía creer.
Me involucré en un foro, todas pasábamos por lo mismo. Te entienden, saben de lo que hablas y sobre todo te ayudan, porque este es un mundo nuevo del que no tienes ni idea.
Volviendo al tema. Todas estas consultas a las que asistimos fueron por medio de un seguro privado, pero del que no teníamos muy claro qué cubría y qué no (llevaba toda la vida con él porque me lo habían hecho mis padres). Acudimos a las oficinas y nos dijeron que en ese momento cubría todos los tratamientos que necesitáramos, tanto los míos como los de mi pareja. Pero que en cuestión de mes y medio se acababa, y pasábamos a un régimen distinto en el que subvecionaban parte, pero no todo.
El precio del tratamiento más o menos en ese año rondaba los 8.000??? así que corrimos al hospital haber si se podía hacer en un mes. Resulta que allí no trabajaban con este tipo de seguros, que teníamos que intentarlo en otro lugar, o si no pagar el importe total.
En esa semana nos volvimos locos, llamamos a todas las clínicas de fertilidad de la zona, acudíamos con nuestros informes y la respuesta siempre era la misma "es imposible hacerlo en un mes"
Ahora mismo lo veo como una locura, querer apurar todo, pero en ese momento era una necesidad imperiosa, y sólo pensar en tener que esperar me creaba una ansiedad increíble.
Así que después de relajarnos, decidimos intentarlo por la seguridad social, aunque no teníamos claro si nos lo iba a cubrir, y además que la lista de espera era en torno a los 3 años?"
¿Qué te está pareciendo la historia? Yo me intento poner en la piel de esta mujer y se me pone la piel de gallina. Pero no te preocupes que aún hay una tercera parte ¡esto no acaba aquí!
Y si tú tienes algo que contar, necesitas desahogarte o quieres que otras mamás te den consejo, ponte en contacto conmigo y lo publicamos.