Teníamos por hobbie, afición o costumbre, comer fuera de casa los fines de semana. Sábado o domingo, a veces ambos días, no en sitios caros, pero al menos salir de casa, cambiar de aires e ir "a mesa puesta", que se agradece. Pero con el reajuste al último agujerito del cinturón (no del que viene hecho por defecto, sino ese que te haces en casa, sacacorchos en mano, porque los que hay no son suficientes), es un lujo del que hace ya mucho, mucho que no disfrutamos.
Pero como es cuestión de adaptarse, para salir no hace falta gastar. Así que cuando hace día bueno hacemos una tortilla, una ensalada de pasta y unos bocatas, cogemos la nevera, las mantas, y al campo que nos vamos. Comemos al aire libre, nos echamos en una manta al sol descansar (y, quien pueda, echar una cabezadita) y los niños corretean a placer y sin peligro. O, ahora que viene el buen tiempo, a la playa. ¿Qué mejor plan? Todo el día fuera de casa, los niños disfrutan a tope y acaban tan reventados que a veces no llegan despiertos ni al baño. Plan perfecto.
Por eso, hemos decidido que los fines de semana que no salgamos todo el día fuera porque el tiempo no acomañe, o no apetezca, vamos a hacer una comida especial. Como la que podríamos comer en el mejor de los restaurantes pero cocinada y servida por nosotros, con presupuesto low-cost, que todo se puede. Que no se diga que no podemos comer como reyes en nuestra propia casa.
Así que os enseño el menú que preparamos el domingo pasado, un domingo muy tormentoso en el que apetecía estar en casa a buen recaudo. La idea surgió de la afición que hemos cogido a ver programas de cocina - somos super fans de Masterfchef y Top Chef - y a la insistencia del carnicero del super con la oferta del solomillo. Me sugirió cocinarlo con hojaldre y recordé que fue uno de los platos preparados en la 1ª edición de Masterchef, así que me decidí por un...
SOLOMILLO WELLINGTON CON SALSA DE MOSTAZA Y MIEL
Se trata de cocinar el solomillo entero envuelto en hojaldre, con un pochado de champiñones y cebolla. Tras bichera algún libro de cocina y recetas varias por internet, y como a papá no le gustan los champiñones - WTF!!! a mis niños y a mi nos encantan- decidí hacerla un poco a mi manera y, buscando alternativas, elegí cambiar los champiñones por manzana. Funcionó.
La salsa es un antojo mío, desde que la probé por primera vez - junto con la Krispy Chicken de BK - me encanta para acompañar carnes. Suelo tener un bote en casa para echarle a las pechugas de pollo, pero para salsear una carne preparada con mimo prefiero hacerla casera.
Ingredientes:
- 1 solomillo entero (el utilizado pesaba unos 600gr).
- 1 cebolla
- 1 manzana (yo usé Red Chief, me encanta esa variedad)
- 1 chorrito de vino (yo usé vino de Montilla y Moriles)
- 200gr. bacon en lonchas
- 1 lámina de hojaldre
- 1 huevo
- Aceite de oliva virgen
- Sal
- Pimienta (yo usé 5 pimientas molidas a la vez)
Para la salsa
- 3 cucharadas de mostaza de Dijon
- 3 cucharadas de miel
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 brick de leche evaporada
Lo primero, una vez limpio el solomillo, es salpimentar al gusto y, con un poco de aceite en la sartén, pasarlo para sellar bien la carne. Una vez hecho, reservamos y en la misma sartén preparamos el pochado de cebolla y manzana. Se pica la cebolla fina, se pone en la sartén con un poco de aceite y fuego medio, y mientras pelamos y troceamos la manzana en pequeñas lascas. La echamos a la sartén junto con la cebolla y cuando cojan color añadimos un vasito de vino, dejando reducir a fuego bajo, y reservamos.
Cuando haya enfriado un poco, con ayuda de un papel film hacemos una cama con las lonchas de bacon (calculamos que ocupen el largo del solomillo) y el pochado, ponemos el solomillo y hacemos un paquetito bien apretado, que guardaremos un rato en la nevera. Entre 15 -30 minutos, según el tiempo del que dispongáis. Y mientras vamos calentando el horno a 220º (dependiendo del horno).
Una vez enfriado el relleno, estiramos el hojaldre y, retirando el papel film, ponemos sobre él todo el preparado, lo envolvemos, sellando bien para que quede completamente cerrado, pintamos con huevo la superficie del hojadre y metemos al horno unos 30 minutos. Cuando lleve este tiempo miramos cómo está el hojaldre, si ya está doradito podemos apagar, si no lo dejamos un rato más.
Mientras la pieza está en el horno podemos preparar la salsa. Mezclamos la mostaza de Dijon, la miel y el aceite de oliva en un cuenco, con unas varillas para que emulsione , y una vez estén bien integrados lo pasamos a la sartén y le añadimos vino. Cuando comience a hervir bajamos el fuego, le añadimos la leche evaporada y dejamos reducir.
Éste fue el resultado. Perdonad, pero ni tengo buena cámara, ni una cocina de ensueño, un fondo bonito, ni siquiera una vajilla ideal de la muerte. En mi casa es todo muy de andar por casa así que no espereis una gran foto.
Lo ideal es que la carne quede al punto, es decir, sonrosadita por dentro, por lo que si lo dejamos mucho tiempo puede quedar demasiado hecho. En mi caso me gusta la carne hecha, lo tuve casi 40 minutos, y para mi gusto estaba estupenda. Papá la hubiera preferido al punto, lo intentaremos en otra ocasión.
Lo cierto y verdad es que estaba delicioso. El cambio de champiñón por manzana fue un acierto porque el toque de dulce empasta muy bien con la carne y da mucho sabor, y yo pensaba que el hojaldre haría muy pesado el plato pero para nada es así, baja muy bien. Y la salsa, una esquisitez, nos chupamos los dedos.
Es un plato sencillo, económico y delicioso, deja muy buen sabor de boca. Aunque es algo laborioso - no difícil pero sí entretenido - es muy sencillo, y a los niños les ha gustado mucho, así que os animo a prepararlos porque seguro que os encantará.
¿Ah, que no sabéis que son las patatas que acompañan al solomilllo?. Una delicatessen con las que mis niños se chuparon los dedos. Pero la receta la dejo para otro post.
¿Qué os parece la receta?, ¿Os animáis a hacerla?. Si es así, espero que me lo contéis.