Para muchos de ellos, un regaño, un mal trato, puede generar una gran antipatía por su profesora, que después costará muchos esfuerzos poder cambiar.
Un día normal que no refleje un esfuerzo por parte de la maestra, también puede significar una desilusión para muchos de ellos. Esto puede no parecer tan importante, pero robarles el corazón desde el primer día será algo maravilloso.
Normalmente el primer día hay muchas cosas prácticas por hacer: explicar normas, rutinas, horarios, cambios que se generan de un curso a otro, activiades específicas. A veces a los profesores nos parece lo más importante, pero no lo es. Definitivamente lo más importante es poder dárles una muy buena y cariñosa bienvenida que sirva como una primera forma de crear un lazo maestro-estudiante.
Tener decorado el salón es algo muy importante, pero hoy quisiera detenerme en una actividad que sirve de bienvenida, al mismo tiempo que da muchas pautas de conocimiento de los estudiantes.
Cada estudiante tendrá una hoja en blanco. También se pueden utilizar hojas de colores si el profesor lo considera. Se les dará la instrucción de dibujar una camiseta como ellos quieran hacerla. En el centro de ésta deben escribir su nombre, en la manga derecha sus pasatiempos, en la manga izquierda su característica más relevante y en la parte inferior de la camiseta lo que esperan del año. Pueden decorarla como quieran porque esto también nos mostrará rasgos de su personalidad.
Esta actividad puede realizarse en general, como director de grupo, para conocer sus expectativas sobre el año y también en una materia específica, para saber qué es lo que quieren aprender en ella.
Una vez que cada alumno haya diseñado su camiseta, se les da la oportunidad de compartir sus escritos en grupo. Estos grupos los pueden hacer libremente y de la cantidad que quieran. De esta forma servirá como una especie de sociograma de las amistades que han quedado en el nuevo salón.
Después de darles la oportunidad de compartir en pequeños grupos, se pueden pegar las camisetas en un lugar visible del salón, para que los niños puedan acercarse y observar los comentarios de los otros.