Si hay algo que a los noruegos no les asusta en absoluto es sin duda el invierno. Ellos lo tienen muy claro y están convencidos de que “no hay mal tiempo, sólo ropa inadecuada”. Por eso tienen especial cuidado a la hora de preparar a los niños para el frío, y en eso son unos verdaderos expertos. Por mi parte, observando mucho a mi alrededor, y sobre todo siguiendo los consejos que nos han dado en la guardería, ya tengo claro lo que realmente se necesita para vestir a los niños para el invierno noruego.
Este año, tras un septiembre caluroso y un otoño bastante templado pero lluvioso, el invierno ya está aquí. Así que podemos empezar a guardar nuestra ropa de entretiempo y sacar toda la artillería pesada del armario, pues parece que este año viene con fuerza y será largo.
La teoría de las tres capas
Ya he hablado anteriormente en qué llevar en la maleta para viajar a Noruega sobre cómo prepararnos para el frío, y cual es la ropa que necesitamos para ir bien abrigados; pero sin duda los niños se merecen un capítulo extra, ya que no toleran el frío igual que los adultos, y sobre todo los más pequeños no saben avisarnos si están pasando demasiado frío o calor. Por eso es importante saber cual es la ropa más adecuada que debemos preparar para vestir a los niños para el invierno.
La ropa que necesitamos para abrigar a los más pequeños se divide básicamente en tres capas: una primera capa de ropa interior de lana fina, una segunda capa de abrigo de lana más gruesa, y una tercera capa exterior impermeable para proteger de la humedad y del frío.
Las capas interiores
Tanto para niños como para bebés, se comienza siempre con un body o camiseta interior y leggings de lana merina, cuestan unos 15-20 euros cada pieza y es muy sencillo encontrarlos en todas las tiendas de ropa o supermercados, ya que los usan todos los niños y además todos los días, por lo que necesitas más de una muda para poder cambiarlos a menudo.
Sobre la ropa interior ponemos una capa de abrigo, normalmente un mono entero aunque también pueden ser dos piezas; y también se utilizan distintos materiales, que van del forro polar a la lana más gruesa, ahí varía más el precio, desde 25 a 60 euros, y se suele tener uno de cada para ir variando según la temperatura.
La capa exterior
El forro exterior va cambiando según las estaciones, y tenemos básicamente tres tipos: Chaqueta y pantalón de agua (Regnsett), hecho de goma gruesa impermeable exclusivamente para la lluvia en primavera y los primeros días de otoño, que cuesta unos 40 euros; El traje de juegos (Parkdress), imprescindible para los niños que ya caminan y van a la guardería, de cordura e impermeable y normalmente sin forro, ya que se combina con la capa intermedia según la temperatura que haga en otoño, podemos encontrarlo por unos 60 euros; Y el traje de nieve (Vinterdress), con forro grueso e impermeable para jugar sin problemas por la nieve, aquí ya nos metemos en unos 80-100 euros.
Complementos para vestir a los niños para el invierno
Para abrigar a los pequeños de la cabeza a los pies, no puede faltar un buen balaclava de lana merina, que desde que lo he descubierto soy súper fan, ya que cubre muy bien el cuello, la cabeza y las orejas para que no entre nada de frío, complementado con un gorro de lana gruesa para los días más fríos. Guantes o manoplas de lana para el frío y sobre ellos manoplas impermeables o de nieve para la humedad; y calcetines de lana para mantener los pies calentitos dentro de sus botas de agua o de nieve.
Estas son las prendas básicas que necesitamos para vestir a los niños para el invierno, lo que todo niño necesita para estar preparado para las inclemencias del tiempo en Noruega, y como todo suma, al final la compra de invierno puede salirte por un pico. Pero como todos los padres, nos preocupamos a la par por el bienestar de nuestros hijos y de nuestros bolsillos, y como los niños no necesitan todas las prendas a la vez, vamos haciendo las compras poco a poco y mes a mes, y sobre todo fijándonos en las ofertas y rebajas de las tiendas, que incluso en Noruega las hay, y son noticias que corren como la pólvora en el entorno de la guardería, donde los padres y las profesoras nos mantienen informados.
Por supuesto, a Diego ya lo tengo más que equipado para el frío, y ahora poco a poco voy haciendo acopio de la versión mini para la pequeña, que nacerá ya en poco menos de un mes. Comprando por aquí algunas cositas y, sobre todo, ¡tirando de abuela!, que como yo no sé tejer la tengo como loca día y noche preparando mini ropa de lana para la próxima nieta.
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