Y es que cada vez que queremos celebrar un aniversario de casados tenemos algún que otro contratiempo.
Lo posponemos y luego se van pasando los días y así se pasa otro año más. Así que tenía en la cabeza hacer algo que pudiéramos compartir los cuatro miembros de la familia.
Queria hacer una celebración familiar de los 11 años que cumplimos de casados.
Febrero fue el mes en que nos casamos y entre carnavales, ferias, gripes y virus estomacales lo íbamos postergando hasta que por fin pusimos fecha para ir a un restaurant peruano que me hacía ilusión conocer desde hace mucho.
Como sabes soy peruana-española llegue hace casi 16 años a vivir a Barcelona luego a Girona y me quede por aquí en un pueblito pequeño, y por eso mismo estoy limitada de encontrar alimentos de mi país, bueno últimamente si puedo encontrar algunas cositas de mi Perú pero muy poco.
La verdad es que me ido acostumbrando a lo de aquí, no solo el idioma sino también a la costumbre en la alimentación y el ritmo de vida.
Todo rápido y sin parar, la verdad es que voy todo el día corriendo, ajetreada con la lengua afuera.
Además del blog tengo un nuevo hobby que es el lettering pero no le dedico el tiempo que debería ayyyyy!! Con lo que me gusta y me relaja.
En fin, había estado alargando el momento de disfrutar de la cocina peruana, porque se me hacia un mundo tener que ir a Barcelona buscar donde aparcar y etc.
También porque mi marido tampoco es muy dado de ir a grandes ciudades pues se agobia, él vive entre restaurantes de comida tradicional y fábricas.
Así que yo me puse a buscar y leyendo a Lucia de planeando ser padres ,un día me topé con un post que hablaba de la buena experiencia vivida en un restaurante de cocina peruana en Barcelona y a mí me hizo “tilín” el corazón, y dije: no puede ser que siendo peruana y con lo que extraño mi comida, no haya ido nunca a comer a un restaurante peruano en Barcelona nunca, ¿pueden creerlo?
Pues así como lo oyen, y me propuse ir a conocer Totora Restaurante Peruano y me quedé encantada, me imaginaba algo pequeño y tal vez un poco incómodo para ir con niños pero para nada imagine lo bien que comeriamos y el espacio tan amplio que tienen en el comedor.
El nombre de Totora está inspirado en la caleta de pescadores llamada Huanchaco en el norte del Perú y una de las características de estas caletas son la embarcaciones conocidas como Caballitos de Totora.
En el momento de entrar al restaurante encontramos un Caballito de Totora que nos recibía a la puerta, este caballito está hecho por los mismos pescadores de Huanchaco, el balneario más importante de Trujillo en el norte del Perú.
La confección es a base de juncos que los mismos pescadores van juntando y amarrando uno sobre otro hasta culminar la embarcación y echarse a la mar casi inmediatamente.
Es así que esta embarcación tan típica del norte del Perú, inspiró a dar nombre a este restaurante.
Al llegar, nos recibió una anfitriona muy amable y nos acompañó de seguida a la mesa, el ambiente me pareció cálido y acogedor para un encuentro familiar.
Además tiene un patio con unas cocinitas y casitas para que jueguen los niños.
Me encanto el trato de la camarera, así como las sugerencias que nos hizo respecto a los platos.
Para comenzar pedimos algo de picar entre todos, unas yuquitas con salsa huancaína que están deliciosas.
Las yucas son parecidas a la patata pero tienen una consistencia un poco diferente tipo arenosas en mi opinión.
La salsa Huancaína en mi casa triunfa, es a base de queso fresco, ají amarillo típico del Perú, leche, galletas, aceite, sal y pimienta.
Se tritura y se mezcla todo en el robot y nos queda una salsa muy buena que mis hijos se la comen y hasta limpian el plato.
También pedimos unos choros a la chalaca, que vendrían a ser unos mejillones a la marinera pero al estilo peruano, están deliciosos porque llevan una salsa a base de cebolla, tomate, maíz, cilantro y limón o lima que le da un gusto excepcional.
Como mis hijos no están muy acostumbrados a la comida peruana y a sus condimentos lo que hicimos fue pedir para mi Terri una escalopa de pollo con patatas y arroz blanco. Vendría a ser igual a pollo arrebozado, un plato sencillito pero que devoró a la velocidad de un rayo.
El de mi hija es un plato que me encanta se llama Ají de gallina , está hecho no con gallina precisamente, sino con pollo deshilachado y una crema a base de ají amarillo, con especias, leche y pan, se acompaña de patatas cocidas y arroz blanco.
En Perú se come arroz blanco con todos los platos y casi todos los días es decir: frejoles con arroz, lentejas con arroz, arroz con pollo, los platos principales lo llevan de guarnición en general.
Mi marido se pidió un Tacu-Tacu de mariscos a base de: arroz, frijoles, gambas, calamar que me consta que estaba delicioso y yo me pedí mi querido cebiche criollo que me hizo recordar mi vida en Lima.
El cebiche es a base de pescado tipo corvina cocido en Limón, ají amarillo, acompañado con cebolla, camote, lechuga, maíz peruano, bueno una delicia.
Antes que llegaran los platos nos pedimos una Chicha morada, el refresco típico de Perú, a base de maíz morado, limón y azúcar y mi maridin, un Pisco Sour, que es el cóctel peruano de bienvenida por excelencia, a base de Pisco acholado, huevo, canela, amargo de angostura y canela, a mi marido le encanta y este verano nos hemos propuesto prepararlo mucho en casa a ver si me acuerdo después.
fue tanta la emoción y ganas que no me dio tiempo para la foto fue un visto y no visto! ;-)
Y a Totora restaurante lo tendré presente para volver al menos una vez al año. Los precios no son elevados, de verdad valió la pena.
En este enlace puedes ver su página web en donde muestran el restaurante y la carta con los platos y precios.
Y a ti ¿te gusta conocer lugares nuevos en familia? ¿Te gusta probar comida de otros países?
¡Un abrazo y nos vemos por las redes!
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