En disciplina positiva existe una herramienta muy útil que no solo sirve para resolver problemas pero que puede ser un gran entrenamiento para los niños y para que aprendan a resolver conflictos hablando; son las reuniones familiares y consisten en mantener una reunión en familia (cómo su nombre indica) de manera periódica. Son muy valiosas ya que a través de ellas los niños aprenden muchas habilidades sociales y de vida como:
Habilidades para escuchar, generar ideas y resolver problemas.
Respeto mutuo.
A calmarse antes de resolver un problema.
Empatía.
Cooperación.
Reconocer la responsabilidad en un ambiente seguro.
Encontrar soluciones que muestran respeto a todos los involucrados.
Poner el objetivo en el interés social.
Que los errores son oportunidades maravillosas para aprender.
El principal objetivo de las reuniones familiares es facilitar un espacio en el que todos los miembros de la familia puedan compartir sus conflictos familiares y pedir colaboración para resolverlos. NO se trata de crear un escenario para regañar ni sermonear, sino de crear un clima positivo en la familia en el que poder encontrar soluciones a los problemas.
Lo ideal es poder realizar una reunión familiar a la semana. Para decidir el día es importante tener en cuenta las agendas de todos los miembros de la familia y buscar el día en que sea más factible realizar la reunión y con el que todos estéis de acuerdo. Si algún miembro de la familia no puede asistir a las reuniones de familia no pasa nada, no es motivo para no realizarla.
¿Cómo se hacen las reuniones familiares?:
Pues no se trata se sentarse a hablar de los problemas y ya está, hay unos cuantos pasos que Disciplina Positiva invita a seguir, como comenzar dando agradecimientos y cumplidos para relajar el ambiente y para centrarnos en lo positivo que tenemos a nuestro alrededor.
Después, ya se pasa a resolver los conflictos y se hace ayudados de una agenda familiar en la que se habrán apuntado (así sabemos que ningún problema se quedará en el tintero). Muchas veces los problemas ya se han resuelto para cuando llega la reunión; el simple hecho de que los niños sepan que tienen un espacio de expresión y escucha ya hace que descarguen su problema al escribirlo en la agenda y simplemente, se les pase o lo solucionen por si mismos. Cuando no es el caso, entre toda la familia se proponen ideas que ayuden a encontrar una solución para ese problema.
Para terminar las reuniones familiares se hace algún juego en familia para poner un toque de diversión y ayudar a limar asperezas si es que han surgido en la resolución de problemas. Son juegos cortos, de mesa, o una cena especial….. a los niños les encanta este tipo de juegos en familia y estarán deseando que llegue el día de la reunión.
Además de que las reuniones se realicen incluyendo estos puntos que son atractivos para los niños, también es importante la repartición de funciones entre los niños: el presidente, el secretarios, el controlador del tiempo…. A los niños les encanta tener que ocuparse de algo, se sienten importantes y útiles, y tener presente que es importante que cada niño tenga un cargo que hacer, ayudará a que estén implicados y tengan una responsabilidad que cumplir.
Esto es sólo un resumen de las reuniones familiares, una de las herramientas más poderosa de la Disciplina Positiva y puedes encontrar mucha más información sobre cómo llevarlas a cabo y sus beneficios en el libro de “Cómo educar con firmeza y cariño” de Jane Nelsen. Si te gusta la idea de mantener reuniones familiares te invito a que utilices los principios de la disciplina positiva para guiar tu tarea educativa.
Ahora que llegan las vacaciones puede ser muy buena idea comenzar a crear el hábito de mantener reuniones familiares periódicamente.
Y tu, ¿haces reuniones familiares con tu familia?
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¡¡Un abrazo!!
Nuria.
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