Como es muy bien sabido, Eco-Lover, nuestros peques no deben tomar gaseosas. Sin embargo, los jugos o las aguas de frutas comerciales, tampoco deben ser considerados como una alternativa saludable para nuestros hijos. Puede haber padres de familia que integren este tipo de productos al refrigerio escolar del niño o niña, creyendo que es una buena opción por sus contenidos de vitaminas, desconociendo que las vitaminas presentes en los jugos de cajita son añadidas y no de forma natural.
Un grupo de investigadores del Reino Unido, estudió los refrescos y zumos para niños que se pueden encontrar en los supermercados y la conclusión es tajante: Los azúcares contenidos en este tipo de bebidas son inaceptablemente altos. Es un problema de exceso de azúcares casi tan grave como el de las gaseosas ya que la cantidad de azúcares iguala o supera al total que deben consumir al día.
La OMS advierte de que un excesivo consumo de azúcar se asocia a un aumento de riesgo de padecer obesidad, diabetes, además de ser responsable de las caries.
¿Recuerdas esa campaña de 5 al día? Pues un error que cometemos las madres es considerar uno de estos juguitos como una pieza de fruta más. Metabólicamente no tiene nada que ver. La fruta hay que masticarla y debe ser consumida en su forma original para contar como uno de los ‘5 al día’. Los jugos de fruta 100% naturales y sin azúcar los podemos ofrecer sólo durante las comidas.
Para que tomes conciencia de lo que no debes ofrecerle a tu niño, te dejo la Radiografía que le hizo El Poder del Consumidor, a un conocido jugo para niños (250 mililitros, un vaso):
Azúcar:
8 gramos por botellita, equivale a 1½ cucharadas cafeteras de azúcar, lo cual cubre del 40 al 53% de lo que un niño podría consumir como máximo tolerable para todo el día (la cantidad de azúcar máximo tolerada para un niño es de tres a cuatro cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día). En comparación a otras bebidas azucaradas parece que las cantidades de azúcares son bajas, sin embargo aparte del azúcar contiene un endulzante no calórico, lo que induce a la preferencia por alimentos o productos intensamente dulces perpetuando el gusto en niños y niñas por los sabores dulces.
Sodio:
Contiene 42 miligramos de sodio.
En la actualidad uno de los principales problemas de salud que observamos en la población es la hipertensión, generada por un alto consumo de sodio.
Aunque en la etiqueta se establece que es baja en sodio, cuando se van sumando las cantidades de sodio que se encuentran en todos los productos y alimentos que se consumen, al final del día terminan siendo cantidades no tan bajas.
Ingredientes:
Agua, jugo de naranja de concentrado (considerados un tipo de endulzante), azúcares (se desconoce qué tipo de azúcares —de acuerdo con la norma oficial de etiquetado puede ser desde jarabe de maíz de altra fructosa, fructosa, glucosa o mezcla de los mismos—), estevia (edulcorante no calórico). Aparte de traer azúcar contiene un edulcorante artificial, lo cual hace que los niños se acostumbren a los sabores intensamente dulces.
La planta de stevia (Stevia rebaudiana Bertoni) es dulce y saludable. Sin embargo, cuando se incorpora en las bebidas industrializadas no se incorpora la planta sino extractos de sus endulzantes. Los más abundantes son dos: steviosido (el más abundante) y rebaudiosido A (el más dulce, el más utilizado y el más dañino). Habría que valorar cuáles de los dos componentes se utiliza en la bebida, pero no se establece en el etiquetado.
Otro ingrediente que llama la atención es el concentrado Nutridefensas sabor naranja, ya que no se desglosa qué contiene dicho concentrado Nutridefensas. Además el nombre Nutridefensas se expone como ingrediente cuando realmente es un nombre ficticio y es una mezcla de ingredientes.
Contiene vitamina C, E y zinc añadidos. El jugo de naranja natural es conocido por alto contenido de vitaminas, especialmente vitamina C, sin embargo en este caso se tienen que añadir ya que durante los tratamientos de ultraprocesamiento se pierden las propiedades naturales.
Etiquetado:
El etiquetado es muy llamativo: naranjas, hojas de un árbol y diferentes colores. Sin decirlo explícitamente, todo el etiquetado frontal induce a creer que el producto es saludable cuando realmente no es un producto apropiado para niños y niñas, puesto que es intensamente dulce y dista mucho de generar buenos hábitos.
El sólo hecho de que contiene un personaje simpático, colores llamativos e imágenes de frutas en la etiqueta frontal llama la atención a los niños y les induce a pedirlo.
Tampoco es detectable por ningún lado que el producto contiene estevia (edulcorante no calórico) o que los edulcorantes no calóricos no se recomiendan en preescolares y escolares .
Valoración general:
No recomendado para consumo habitual.
No apto para niños y niñas.
Alternativa:
Jugo de naranja (o de cualquier otro tipo de fruta) 100% natural, sin o con poca azúcar (lo ideal sería endulzarla con agave, miel o en todo caso con panela).
Lo mejor es evitar las bebidas azucaradas, ya que no son recomendables, y es conveniente acostumbrar a los niños a hidratarse con agua simple.
La infancia es una etapa en la que los seres humanos se encuentran en periodo de crecimiento y formación de diferentes tipos de hábitos. Es en esta etapa en donde es más conveniente promover hábitos saludables entre niños y niñas, para que en etapas posteriores las elecciones de alimentos sean para beneficio a la salud en vez de perjudicarles.
A través de las estrategias de publicidad engañosa de este tipo de productos, madres y padres de familia desconocen los riesgos que existen al ofrecerlos a sus hijos. Sucede todo lo contrario, se les induce a creer que son buenos cuando realmente no lo son.
Te invito, Eco-Lover a tomar conciencia sobre los alimentos que consumen en casa. Jamás lo procesado o lo envasado va a suplir lo natural, lo que preparas tú en tu cocina y con mucho amor. Por más que te vendan que a tu hijo le faltan vitaminas, lo cual es totalmente falso.
¡Sigamos trabajando por una maternidad sostenible!
Virginia