ESCUCHA ACTIVA
Hola,
Para terminar la semana os voy a hablar de un tema muy, muy interesante que tiene que ver con la "Escucha Activa".
Imaginaros que vosotros intentáis hablar con otra persona y que está lejos o que estáis sentados en el suelo y alguien que está de pie os quiere decir algo importante… ¿Qué suele ocurrir en estos casos? Necesitáis la cercanía para poder escuchar ‘bien’ lo que os quieren contar o de igual manera lo que queréis decir.
Se podría decir que llegamos a sentirnos,
Pequeños en un mundo de Gigantes Es interesante, plantear un escenario parecido al que viven los niños cuando se quieren comunicar, escuchar y aprender en ese ‘mundo de gigantes’.
Si adoptamos criterios de la Pedagogía Montessori, tenemos que tener en cuenta la importancia de tener los recursos a la altura de los más pequeños, facilitando así su uso y autonomía, siempre que les hablemos la comunicación irá de arriba a abajo, nosotros altos y ellos, desde su mirada de niños, un poco inaccesibles.
López y yo tenemos la costumbre, porque así nos lo propusimos, de agacharnos cuando hablamos con nuestro hijo; nos ponemos a su altura para decirle cualquier cosa. Hemos comprobado mil veces su efectividad hasta tal punto de que si ha hecho algo por lo que hemos tenido que regañarle, nos hemos agachado, le hemos mirado a los ojos y hablado despacio y en tono jovial; lo ha entendido perfectamente y, por ente, o no lo ha vuelto a hacer o ha dejado de hacerlo.
En la comunicación no verbal, la comunicación inicial del ser humano, es muy importante el contacto visual, nos habilita esa escucha activa, nos permite conectar, escuchar de verdad. El hablar constantemente agachados a su altura, produce indirectamente un efecto de escucha sensible, ya que estamos utilizando una de nuestras mejores formas de expresión, los ojos, para mirarles y así también escuchar sus necesidades.
Con un contacto visual directo a la misma altura de nuestros pequeños les estamos trasmitiendo la idea de:
Me importas y te entiendo, me interesa lo que dices y te miro como me miras tú a mi… En este momento lo que me quieres decir es lo más importante del mundo para mí y te quiero.
Finalmente, para resumir, os enumero algunos de los beneficios de realizar una escucha activa con nuestros niñ@s agachándonos su misma altura:
Se produce una comunicación más fluida.
Utilizar frecuentemente el contacto visual directo, permite mirarle a los ojos mientras te habla o le hablas.
Ayuda a desarrollar el lenguaje, los niños y niñas tienes más ganas de decirnos las cosas!
Las emociones se pueden ver también a través de las expresiones fáciles. Agachados no perdemos detalle.
El niño se siente seguro y sobre todo valorado. ‘Alguien se agacha para hablar conmigo.’
Estimula la inteligencia emocional, cuando tenemos una conversación fluida ‘en sintonía’ con alguna persona, nos sentimos más a gusto.
Transmite confianza y seguridad.
La principal forma de comunicación en los niños pequeños es la comunicación no verbal, el estar agachados podemos disfrutar mejor de esta forma de comunicación.
Agacharnos para comunicarnos invita al niñ@ a verbalizar sus emociones.
Genera empatía, porque si tu te agachas para poder hablar conmigo, yo me esforzaré en hacer… para poder comunicarme contigo. Agachado es más fácil saber qué siente el niño y no sólo qué dice el niño.
Espero que hayan tenido una buena semana,
Guadalupe
Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree.Paulo Coelho Escritor brasileño.