Muchas veces se pueden observar que los padres al querer conseguir la cooperación del pequeño o querer hacerle caer al niños de ciertos errores que ha cometido a menudo entran en una constante pelea con sus hijos.
Esto genera un ambiente familiar estresante entre padres e hijos, donde al final no se consigue nada más que conflictos entre padres e hijos y se incentivan aun más los comportamientos no deseados en los pequeños. La clave para romper con esto está en la forma en que se comunican con los niños.
Si bien no existe un manual para ser padre y la relación que se tiene entre padres e hijos, es un asunto muy personal y privado, hoy en día, por estudios y prácticas se han encontrado e incentivado nuevas habilidades para los padres para que la crianza sea más amena y enriquecedora para el menor e inclusive para los padres, ya que saber como hablar y como escuchar a alguien es algo útil para todos los campos.
Existen algunas herramientas útiles que sirven para manejar mejor la comunicación entre padres e hijos y en este caso incentivar la cooperación. Si bien no se puede decir que todas van a servir para todos, ya que cada caso es diferente, se pueden practicar y ver que resultados dan.
A lo largo de los años se ha visto que muchos padres utilizan como estrategia para incentivar la cooperación de hijo frases como:
Culpabilizar y acusar. Otra vez veo la ropa tirada en el piso, ¿por qué siempre tienes que hacer lo mismo?, Cuando va a ser el día que vas a entender, que quieres inundar la casa?, usar calificativos Lo que estas haciendo realmente es estúpido, Mira lo que hiciste realmente no puedes hacer nada bien, todo rompes , amenazar Solo atrévete a hacer eso otra vez y vas a ver que te pasa, Si no te bajas en este instante te voy a jalar de las orejas , comparaciones Porque no puedes ser como…., Ve que lindo como se porta ese niño, así deberías ser etc.
Al escuchar todos estos ejemplos tan comunes que mi pregunta es: ¿Cómo crees que te sentirías o pensarías acerca de ti si te dijeran las frases anteriores en tono de voz elevado y complemente enojados?. De seguro no muy bien y si como adultos podemos sentirnos de una forma desagradable como creen que se podrían sentir los niños que recién están conociendo el mundo?.
Pues bien, el primero paso esta dado: darse cuenta, ser consientes, que las frases y el tono que estoy utilizando están generando sensaciones contraproducentes en el menor.
Ahora si una vez activada esa conciencia, aquí algunas habilidades útiles para obtener la cooperación de los niños, que si bien pueden o no funcionar de caso en caso, crean un ambiente de respeto donde puede incentivarse el espíritu de cooperación:
1) En vez de usar calificativos describir lo que se ve Veo la luz del baño todavía encendida. Resulta más fácil concentrarse en el problema cuando se lo describe que cuando se le dice a uno lo que tiene de malo. De esta manera, se le da la oportunidad al niño de decirse a si mismo lo que tiene que hacer.
2) En vez de culpabilizar, dar información acerca de lo que sucede La leche se pone agria cuando no se le vuelve a poner en la refrigeradora, de esta forma se les da la oportunidad a los niños de pensar por si solos lo que es necesario hacer.
3) Decir las cosas con una sola palabra como por ejemplo: La puerta, Las pijamas, en ciertos casos menos es más, ya que a los niños generalmente les desagrada escuchar largos sermones y amenazas , que a menudo ni si quiera se cumplen.
4) Hablar acerca de sus sentimientos como padres y no calificar o comparar con alguien al menor Me molesta que la puerta esté abierta, no quiero que entren moscas, Me siento frustrada cuando estoy hablando y no puedo terminar. Los niños también tiene derecho a escuchar lo que los padres sienten y resulta mas fácil cooperar cuando alguien expresa su irritación y no ataca directamente al otro.
5) Escribir una nota , a veces algo escrito puede ser más efectivo que lo que se dice y puede resultar más divertido para el niño, por ejemplo mandar una nota en un avión hecho de papel donde diga A comer o ayudar a poner la mesa.
Con estas estrategias nuevas se busca poner fin al uso de lenguaje hiriente y fomentar un lenguaje que fomente la propia estimación y que cree un ambiente con comunicación respetuosa que aliente a los niños a cooperar por si mismos y por los demás.
Como padres queremos tomar en cuenta que nuestros hijos son un constante espejo de nosotros mismos, que si bien nos pueden reflejar lo maravillosos padres que somos también nos reflejan nuestras fallas. Y es que ser padre no es una tarea fácil pero si es una gran oportunidad para poder ser mejores seres humanos no solo con ellos sino con nuestro alrededor.
Referencia
Fabrer , A., & Mazlish , E. (2005). Como hablar para que los niños escuchen y como
escuchar para que los ninos hablen . New York .
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Diana Molina.
Psicologia,