¿Cómo se accede al safari?
En primer lugar debes saber que para acceder al Safari de Madrid tienes que hacerlo en coche. No es una excursión al típico zoo donde puedas ir paseando por sus calles mientras observas a los animales desde la distancia. Aquí tendrás la oportunidad de poder conocer a las diferentes especies de animales desde muy cerca, tanto que podrás dar de comer a algún que otro desde tu vehículo.Ten en cuenta que una vez dentro, ellos están en su casa o territorio por lo que tendrán prioridad de ciculación en todo momento, es decir, que más de una vez tendrás que parar y ceder el paso ya que lo normal es que se detengan frente a tu vehículo para saludarte y esperando que les ofrezcas comida.
¡Ojo! que si bajas mucho las ventanillas por experiencia te diré que meten dentro la cabeza y no es fácil retroceder. Así que os recomiendo que en este sentido tengáis cuidado, sobre todo si vais con niños pequeños que son más dados a no ver venir el peligro.
Animales salvajes
El recinto se divide por fases, en la primera de ellas es donde podrás bajar unos 10cm las ventanillas del coche para ofrecer zanahorias a las llamas, antílopes o ciervos entre otros. En principio estas especies de animale no suelen morder o por lo menos no es lo habitual. Y si te atreves, mientras les das de comer también podrás acariciarlos con sumo cuidado eso si.En la segunda fase, no se recomienda bajar las ventanillas del coche porque algunas especies como las cebras podrían darte un pequeño mordisco y otras como las cabras, se te subirán al vehículo y te irás con un buen arañazo de recuerdo. Aún así, nosotros las abrimos en nuestra primera visita…y se nos metió un camello por la ventanilla que no sabíamos como sacarlo de ahí. También veréis avestruces junto a otros mamíferos.
En la siguiente fase, creo que estaban los bisontes, caballos y el tigre de bengala. Aunque este último no tengo muy claro si estaba o no ubicado aquí, pero las tres especies que os he mencionado se encontraban tras unas vallas, es decir, las puedes ver de cerca desde el coche pero no se cruzarán en tu camino.
A partir de este momento ya si que no podéis bajar las ventanillas del coche o entonces sí que pondréis en riesgo vuestra seguridad y la de toda la familia.
Animales peligrosos
Entramos en la cuarta fase del recinto, la cual califican como animales peligrosos porque ya no hay vallas de separación electrificadas y los animales se podrían acercar libremente a nuestro vehículo.Nada más entrar nos topamos con el rey de los animales y uno de los más peligrosos del recinto, los leones. En ambas visitas los hemos viso siempre tendidos en la sombra de un árbol, pero a veces las crías se acercan para cotillear y podéis verlas jugueteando entre ellas. No creo que a nadie se le ocurra bajar del coche durante el recorrido, pero en esta fase concretamente sería lo menos apropiado por decirlo de alguna manera.
Recuerdo que cuando la mayor tenía cuatro años, creía que el león del safari era mufasa, por lo que abrió la puerta del coche para bajarse a acariciarle…¿os imagináis el susto verdad? Por suerte iba sentada conmigo en el asiento del copiloto y estaba el seguro puesto. Os lo cuento para que no deis opción a este tipo de percances, por ejemplo, bloqueando las puertas del coche antes de iniciar el recorrido.
¿Os imagináis que se os cruzan los leones en mitad del camino y que en ese mismo instante se os averíe el coche?..jajaja es broma, pero os lo quería comentar porque aunque viene indicado en los carteles durante toda la ruta, a veces vamos tan distraídos o concentrados en el mundo animal, que se nos pasan por alto estas advertencias. Si tuviérais la mala suerte de que se os avería el coche, solo tenéis que tocar el claxon y uno de los cuidadores del centro acudirá a vuestro rescate.
Tranquilos que en las zonas más peligrosas veréis que siempre hay una o dos furgonetas del safari controlando por si hubiése algún percance.
Bueno pues ya estamos casi al final del recorrido, junto a los babuinos, reinocerontes, hipopotamos y el oso americano. Y todos ellos compartiendo espcios y comida junto con alguna que otra cebra, ¿os lo podéis creer?. Me sorprendió que dichas especies pudiésen convivir en armonía.
Por suerte para nosotros, los hipopotamos decidieron cruzar el camino para unirse a los demás, así que pudimos verles desde muy cerquita junto a las crías, que eran aún muy pequeñitas.
Y nuevamente nos dirigímos a la salida del recorrido, que no del recinto porque aún nos queda mucho por ver. Al finalizar el camino veremos nuevamente a los leones y por último a las jirafas y a los elefantes. Que preciosidad de animales ¿verdad? Si tenéis la suerte de que alguno se arrima lo suficiente es una auténtica pasada.
Y esta vez nos hemos llevado una grata sorpresa, porque han ampliado las instalaciones del safari y una de las mejoras ha sido la construcción del mirador de los elefantes. Así es familias, podéis verlos aún más de cerca y esta vez a pie.
Gruta de los cocodrilos y reptilario
Cómo os comentaba, en los últimos años el safari de Madrid aumentó sus especies y ampliaron las instalaciones. Inaugurando el nuevo pabellón de reptiles. Serpientes, lagartos, ranas, tortugas y, para los más atrevidos, escorpiones y tarántulas. Yo, no las he querido ni ver, vamos os puedo asegurar que ambos terrarios los pasé de largo, me dan muchísimo repelús.Bueno pues después de esta ruta de animales salvajes, reptiles y cocodrilos, hacemos una paradita para comer y continuamos el recorrido con el mini zoo, que no es lo que más me gusta y me lo saltaría encantada, pero algún miembros de la familia tenía ganas de ver a los puma, jaguar, linces, algunos primates y los lobos ibéricos. Entiendo que por su peligrosidad deben de estar en espacios cerrados al público, pero me da penita y por eso prefiero no visitarlos.
Aves y exhibición de rapaces
En esta ocasión no hemos ido a la exhibición de las aves rapaces por la situación en la que estamos con la pandemia (no todo el mundo respeta las distancias ni lleva la mascarilla puesta), si a esto le añadimos que nos coincidía en una hora bastante crítica de sol e íbamos con la bebé, decidimos dejarlo pendiente para la próxima visita, aunque sí que asistimos en nuestra primera visita al safari y merece la pena ver la exhibición.Y por último en lo que a animales se refiere, fuimos a ver la zona de los mansos, osea las cabras. Creo que fue sin duda el lugar favorito de niñarepera. Y es que el poder tener contacto directo con los animales, cogerles, acariciarles, darles de comer, etc., resulta muy emocionante para los niños en general, y para mí en particular.
Creo que pasamos cerca de dos horas o más junto a las cabras, y si por la mayor fuese nos hubiésemos quedado allí otras dos horas más. Por el contrario, papárepera se quedó gustosamente cuidándo de la bebé porque no le gustan los mansos ni un poquito.
Otras actividades del Safari
En el safari de Madrid hay una pequeña zona de ocio junto al restaurante donde se pueden realizar actividades como paseos en pony, pistas de karts, una pequeña piscina de verano y los toboganes gigantes. En estos últimos nos subímos hace unos años y nos lo pasamos genial, así que os lo recomiendo. Pero esta vez estaban cerrados al igual que la piscina y los ponys. Entiendo que algunas actividades no están disponibles por el Covid-19, al igual que las rutas guiadas que si mal no recuerdo, por el momento se han suspendido.En general, la experiencia merece mucho la pena, sobre todo por los niños que disfrutan un montón conociendo las diferentes especies que, por cierto, no las he mencionada todas, solo las principales o mejor dicho las que he recordado a voz de pronto.
¿Qué diferencia hay entre el Safari de Madrid y otros zoológicos? Que en el Safari, aunque los animales no se encuentren en su hábitat natural, conviven en semilibertad y tienen un plan de educación, conservación e investigación que podéis consultar aquí.
Recomendaciones y sugerencias
Comida para los animales. Lo único que les podéis ofrecer son zanahorias. Nosotros nos llevamos de casa 3 bolsas y allí tuvimos que comprar otras 3 más, es decir, en total 6 bolsas de zanahorias (en el Safari os cobran 2€ por cada bolsa).
Podéis acceder a todas las instalaciones con la silla o carro del bebé.
El vehículo en el que viajéis tiene que ser techado.
Hay zonas de picnic con sombras para comer. Por si os queréis llevar unos bocadillos. Y también hay un restaurante de comida rápida (hamburguesas, perritos calientes, etc).
El recorrido en coche (la zona donde los animales están en semilibertad) se tarda en hacer más o menos 1 hora. Depende también de la afluencia de coches.
El parking es gratuito en todo el recinto.
Las actividades extras (paseo en pony, toboganes y karts) se pagan aparte. El resto están incluidas en el precio de la entrada al Safari.
Os recomiendo llevar ropa de cambio para los niños (al menos calcetines). Y llevar unos pantalones largos y calzado cómodo.
Espero que disfrutéis de la excursión en familia