Dándole vueltas a cómo titular mi nuevo blog, y dado que en él voy a tratar temas muy diversos, recordé este término con el que alguien muy importante en mi vida me bautizó hará unos cinco años más o menos.
Se trata de mi hijo Fernando, quien sin ser aún alumno de mi colegio, lo visitaba de vez en cuando y pasaba largos ratos con los niños de la seño Sandra (los que ahora van a empezar 3º de Primaria). En el recreo los otros niños venían a pedir o reclamar cosas y nos llamaban "seño, seño"...y él (hecho una bolita que lo recuerdo, con su babero de la guardería, no habría cumplido aún los 3 años) venía corriendo y riéndose "¡Señomamá, señomamá!"...y con ese nombre me quedé y él, entre sus ensoñaciones de balones, mundiales y futbolistas, aún recuerda esos momentos . Y como yo tampoco los puedo olvidar y aqui voy a hablar de lo que le interesa a la seño y lo que le interesa a la mamá, la cosa está clara.