Esta Navidad ha sido rara para mí: la salud familiar un tanto resquebrajada, un viaje relámpago en busca de respuestas que no he encontrado (aunque sí ideas y orientaciones) han hecho que sea un tanto atípica...no es la primera Navidad así, pues la de hace cuatro años fue incluso traumática, con el nacimiento prematuro de mi hija, pero para mí, que me gustan estas fiestas porque mi niña de dentro no se quiere marchar, no han sido las mejores. Pero vendrán muchas más y aquí estaremos día a día hasta que lleguen
El cambio de año es siempre motivo de nuevos deseos y de propósitos que cumplir; ¿Quien no se ha propuesto con la llegada del año dejar de fumar, perder peso, empezar a ir al gimnasio, aprender idiomas...? ¡Que tire la primera piedra quien no lo haya hecho nunca! ¡Nadie! ¿Verdad? Pues yo había pensado hacer una entrada enumerándoos los míos, pero realmente cada uno tendrá los suyos y probablemente esteis ya cansados de escuchar los de los demás. Así que lo he pensado mejor y en vez de una lista, os voy a contar el propósito y por qué me lo he planteado.
La mañana del 31 de Diciembre me levanté tras una noche de ensoñaciones, de esas en las que se entremezclan situaciones extrañas con personas conocidas. Durante mi sueño, aparecieron personas lejanas en el tiempo y en la distancia, personas que en el pasado habían sido significativas en mi vida de una manera u otra y empecé a sentirme un poco triste. Si mi trayectoria vital se caracteriza por algo es porque ha transcurrido a través de ciclos, en los que se han ido quedando atrás personas, unas que no aportaban apenas y otras que sumaban, y siempre me ha dado nostalgia dejar a estas últimas atrás, pero el ciclo debía cambiar sin más remedio.
Al despertar esa mañana me di cuenta de que no sirve de nada tener infinidad de amigos en tu cuenta de Facebook si sólo son un número o una foto, de que a esas personas con las que has compartido situaciones y experiencias, por lo general buenas si es que están ahí (porque ya ha habido algún otro bloqueo) y ya no están en tu vida, al menos a nivel presencial, hay que cuidarlas, tenerlas en consideración y recordarles que en un momento de tu y de su vida fueron importantes para ti. Y de ahí surge mi propósito de año nuevo.
En ese momento cogí el móvil y me dispuse a felicitar el año nuevo a esas personas que habían aparecido en mis sueños y a todo aquel que pude pues mi tiempo era escaso. Recibí respuestas y bonitos deseos por parte de muchos de ellos, hubo otra gente que no me contestó pero supongo que cada persona tiene su carácter (como dirían los ingleses, "mood") pero a mí no me importó. Me quedo con los deseos de la buena gente.
Y entonces lo tuve claro: Mi propósito para este nuevo año 2017 es cuidar de las personas. De las que me rodean en el presente y de las que lo hicieron en el pasado. Que sepan que no les olvido y que significaron algo en mi vida. No se trata de agobiar a la gente sino de, por ejemplo, en su cumpleaños, dedicarles unas palabras y no dejar la felicitación para última hora, tan última que a veces, ni llega. Decirles "hola" de vez en cuando, y no importa si a veces no llega respuesta, como decía antes, no todo el mundo tiene esta manera de pensar.
Por supuesto que hay propósitos añadidos (el C1 de Inglés de momento lo dejo para 2018, el gimnasio se quedó en el mismo sitio en el que lo dejé, etc., y alguno más en mente pero las ideas sobre el mismo no me terminan de llegar) pero el principal está ahí y quería que lo supieráis.
Espero que os guste mi propósito y si os apetece podeis incluirlo en vuestro listado también. Alegrar el día a alguna persona está en nuestra mano y no es tan difícil, al igual que agradecemos que nos lo alegren a nosotros.
¡Muchas gracias por leerme un ratito! os invito a que me sigais tanto en el blog como en redes sociales donde me encontraréis en Facebook, Twitter e Instagram, ya que me dará mucha alegría saber que estáis ahí.
Sigo dándole vueltas a la estética del blog, así que puede que en los próximos días vayáis viendo cambios.
Hasta la próxima entrada, os deseo, como siempre, o mejor.
Ely (señomamá)