TEORÍA: “Hay que educar con afecto, sin gritarles ni reñirles, explicando nuestros sentimientos y haciéndoles ver lo que está bien y lo que está mal. Sin castigos ni voces.”
REALIDAD: Ya. Y cuando el nene o la nena cogen y le zampan un manotazo a su abuela o cuando se ponen como una bestia parda sin motivo alguno y se tiran en medio de la calle, tu vas y les explicas tranquilamente que la violencia física es muy mala y que los ataques de histeria no son nada productivos. JA JA JA. La realidad es que tu pierdes los nervios, le das un grito o lo levantas de un brazo y lo amenazas con todo lo que se te ocurra.
TEORÍA: “A los niños no hay que chantajearles con premios, porque si no, solo harán las cosas a cambio de algo.”
REALIDAD: La realidad es que el chantaje y los premios es un método efectivo (sin abusar, ojo). Claro que sería mucho mejor que le dijéramos a nuestros minis que se comieran la fruta porque es muy sana, y tiene muchas vitaminas, y además es un antioxidante de p.m, pero desgraciadamente, las cosas no siempre funcionan así.
TEORÍA: “Los niños deben tener horarios. Se deben acostar temprano y comer siempre a la misma hora y blablabla.”
REALIDAD: La realidad aquí es la de los padres en cada caso. Y la de las circunstancias. No todos los niños se pueden acostar a las 20.30p.m.. La mía no, porque yo a esa hora es cuando llego a mi casa. ¿Que molaría que pudiera seguir unos horarios más tempranos? SI. También molaría que sacaran leyes de conciliación familiar, y que pudiéramos vivir trabajando menos, pero que le vamos a hacer? La realidad no es esa. No siempre se puede acoplar nuestro ritmo al ritmo de ellos. Es triste, pero es así.
TEORÍA: “Los niños deben comer equilibrado, mucha fruta, mucha verdura, legumbres y en la medida de lo posible, pocos dulces y chucherías.”
REALIDAD: Que sí, que tu le pones el plato de guisantes con pescado delante a la hora de cenar. A veces hay suerte (o hambre) y se lo come sin rechistar. Y a veces, no quiere ni tocarlo con un palo. A veces, lo mandas a la cama sin cenar, y a veces, le das dos rodajas de mortadela y un batido para que cene algo. Y a veces, después de comérselo todo le premias con un puñado de lacasitos, que le vamos a hacer?
TEORÍA: “A los niños no hay que compararlos con otros niños para que no cojan traumas ni envidias.”
REALIDAD: Pues sí, la teoría lleva razón, pero, ¿quién no ha dicho alguna vez?: ¡Cómo no recojas los juguetes los guardo todos y se los damos a la prima!. Yo, para hacerlo más light, sustituyo a la prima por "a una nena", así en general? como el que no quiere la cosa?
TEORÍA: “A los niños hay que explicarles las cosas, razonarles el porqué de tal o cual indicación y hacerles ver que se puede aprender de los errores y los fracasos.”
REALIDAD: ¿Pues qué queréis que os diga?. No siempre funciona. Y tampoco estoy de acuerdo con tener que darles justificación de TODO. A veces, es más efectivo un: Porque lo digo, que soy tu madre, ¡y punto!
Al final, como todo en la vida, las teorías son cojonudas, también para nosotros. Sería ideal hacer ejercicio frecuente, no probar el tabaco ni el alcohol, comer sano, no discutir con nadie y no perder los nervios cuando vas conduciendo. Pero la realidad es la que manda.
¿Qué opináis?