La tetanalgesia es una práctica que pretende minimizar el dolor del bebé en determindadas pruebas médicas, aprovechando el efecto tranquilizador de la lactancia materna. Se trata de una técnica de manejo del dolor en el bebé lactante que consiste en darle de mamar mientras realizan alguna práctica sanitaria dolorosa sobre él como la vacunación, la extracción de sangre o la colocación de una vía intravenosa, aprovechando el consuelo que ofrece el pecho materno.
Esta práctica cada vez está más extendida en el ámbito sanitario y es por ello que comienza a ser propuesta por enfermeras y matronas a la hora de, por ejemplo, realizar la prueba del talón al recién nacido o en las primeras vacunas recibidas. Aunque en la mayoría de los casos es la madre del bebé la que, previo conocimiento de la tetanalgesia, solicita hacerlo así.
¿Qué beneficios tiene la tetanalgesia?
Es natural. No media ningún tipo de medicamento o intervención en sí, se trata de algo natural que para el bebé además es totalmente conocido y habitual.
Entorno seguro. El bebé en el pecho de su madre se encuentra en su zona de máximo confort y confianza por lo que estará mucho más relajado y tranquilo que sobre la camilla, separado de su madre e inmovilizado, facilitando así el momento del pinchazo.
Consuelo inmediato. La lactancia materna además de alimento es calor, cariño y consuelo y el hecho de tener el pecho cerca le ayudará a aliviar el dolor y tranquilizarse más rápidamente una vez recibido el pinchazo.
Mamá sufre menos. Al no tener que inmovilizar al bebé mientras llora e intenta liberarse, mamá siente que hace todo lo posible por su bebé y también está más tranquila sosteniéndolo en su regazo y dándole consuelo.
Más fácil de pinchar. El bebé está más traquilo y relajado por lo que a la enferma -o enfermero- le resultará más sencillo pincharle al no tener a un bebé que llora y patalea desesperadamente.
¿La tetanalgesia evita el dolor del pinchazo?
No voy a decir que la tetanalgesia alivia completamente el dolor porque te estaría engañando. Hay bebés a los que puede que sí, y otros a los que ni eso les quita el susto y el pellizco del pinchazo ante una de estas prácticas.
Pero si no le alivia el dolor, al menos el bebé estará en un entorno de confianza y encontrará alivio rápidamente en el pecho de mamá, por lo que se calmará antes y llorará menos.
En cualquier caso, como no tiene desventajas, no está de más intentarlo.
¿Qué contraindicaciones tiene la tetanalgesia?
Uno de los mitos de la tetanalgesia es ese que dicen que si te pones al bebé al pecho mientras le pinchan puede rechazar definitivamente el pecho porque lo relaciona con el dolor y ya no quiere volver a mamar.
Como otros mitos entorno a la lactancia materna, es totalmente falso. El bebé olvida el pinchazo en cuanto vuelve a mamar y ser relaje, el pinchazo no va a hacer que rechace el pecho porque él conoce el pecho y sabe todo lo que le proporciona, lleva haciéndolo desde que nació y no se le va a olvidar en un pinchazo.
El bebé no rechazará el pecho materno por miedo si se aplica la tetanalgesia durante un pinchazo.Lo que no olvidan -curiosamente- es la consulta, la camilla, el miedo a estar a merced de alguien que no es su madre, y todo ese entorno poco amigable hace del momento de la vacuna o una extracción de sangre una experiencia traumática nada más entrar.
Impedimentos a la tetanalgesia
Por desgracia, sí que puedes encontrar impedimentos o negativa a la tetanalgesia por parte del personal sanitario que deba realizar la correspondiente práctica al bebé. Ante esto, tienes varias opciones:
Ceder ante ello en contra de tu voluntad y deseos.
No ceder y reclamar el derecho de tu hijo a no padecer dolor físico.
Si eliges lo segundo y a pesar de ello te la siguen negando puedes:
No vacunarlo y hacerlo en otro momento con otro profesional que respete tus deseo.
Interponer una reclamación ante el organismo competente.
¿La tetanalgesia se solicita o te la ofrecen?
Aunque cada vez es más frecuente esta práctica gracias al fomento de la lactancia materna, es verdad que puedes encontrar personal sanitario reacio a ella, pero también es cuestión de actitud, tu actitud.
Lo normal cuando entras en la consulta con tu bebé no es que te ofrezcan la tetanalgesia directamente -ojalá sea así-, sino que la enfermera -o enfermero- te indique que pongas al bebé sobre la camilla y lo agarres bien fuerte para que no se mueva -así, hasta un adulto se asustaría-. En este caso, eres tú quien debes proponerlo.
Hay una sutil diferencia entre "¿te importa que le de el pecho mientras le pinchas?" a "le voy a dar el pecho mientras le pinchas". La primera inspira dudas, la segunda, determinación. Ante lo primera puedes encontrar una negativa fácilmente y venirte abajo. Ante lo segunda, si muestras seguridad y confianza, lo más probable es que no se opongan a ello. Si lo hacen, con la misma determinación puedes decir que de esa manera el bebé estará tranquilo, se moverá menos, facilitará el momento del pinchazo y que si tu posición les resulta incómoda que puedes colocarte donde les venga bien. Lo mismo da darle el pecho a tu bebé sentada en una silla que sentada sobre al camilla.
Mi experiencia con la tetanalgesia
La primera vez que apliqué la tetanalgesia fue relativamente tarde, fue con mi segunda hija en la vacunación de los 12 meses, tras escuchar los consejos de mi matrona en el grupo de apoyo a la lactancia que coordina. A partir de ese momento y mientras duró su lactancia -hasta hace poco menos de un año- en cada vacuna recibida, incluso en extracciones de sangre en el servicio de urgencias del hospital o cuando le cogieron una vía por deshidratación tras una gastroenteritis, los pinchazos se los ha llevado bien pegada a mi teta, que le ayudó a llevarlo mejor.
Con mi tercer hijo aplico esta técnica desde que nació, mi matrona fue la primera en invitarme a hacerlo en la prueba del talón y en todas las vacunas hasta ahora me lo he puesto al pecho al momento del pinchazo. No le he evitado el dolor, lo se, pero le he ayudado a consolarse más rápidamente, eso sí me consta, llorando solo durante el rato del pinchazo y calmándose en cuanto ha comenzado a mamar.
A mi ya me conocen. Hoy le he puesto a mi pequeñín la vacuna de los 6 meses, había dos sanitarias, la enfermera y la auxiliar, y cuando la enfermera me ha dicho "pon al bebé sobre la camilla" la auxiliar le ha respondido "no, ella se lo pone a la teta y ya verás qué bien le pinchas". Y así ha sido, ha llorado un poquitín pero en cuanto ha encontrado el pezón se ha puesto a mamar y adiós lágrimas.
Nunca me he encontrado una negativa total, pero es que yo he sido muy tajante al respecto: "Me lo voy a poner al pecho" dejando claro que no acepto una negativa por respuesta. Cuando alguna enfermera ha intentado oponerse a ello le he explicado que de esa manera facilito su trabajo y que si puedo evitarle el dolor a mi bebé, o que reciba el pinchazo más tranquilo, al menos lo intentaré, y ante mi determinación han cedido, comprobando que efectivamente mi bebé es mucho más manejable así.
Incluso de esta manera he permitido que una enfermera estudiante practique esta técnica por primera vez, ante su sorpresa, animándola a no tener miedo a ello y que compruebe por ella misma que de esa manera le resultará más fácil pinchar a un bebé, habida cuenta del miedo que puede dar las primeras veces ante su fragilidad.
Así que si me preguntas, solo puedo decirte que te aconsejo totalmente la tetanalgesia para ayudar a llevar mejor a tu bebé el momento pinchazo. No te puedo garantizar que alivie su dolor totalmente, pero el simple hecho de tenerlo en tus brazos en ese momento es un consuelo para ambos: para ti porque lo estarás abrazando en un momento tan traumático, y para él porque estará en el mejor de los lugares de su mundo, bien cerca de su madre, sintiendo tu cercanía y tu calor.
¿Conocías la tetanalgesia?
¿La has puesto en práctica alguna vez?
¿Te planteas usarla como método de alivio del dolor a tu bebé?