Encontré hace tiempo este truco que me pareció genial, ya que es una forma divertida de enseñar a los niños a ponerse un abrigo. Además, trabajamos la independencia y autonomía de los niños a la hora de vestirse.
Sólo debe seguir simples pasos que se indican a continuación. Si tu hijo no puede agacharse o sentarse en el piso, coloca el abrigo sobre una mesa no muy alta antes de seguir esta secuencia.
Pon el abrigo en el suelo o sobre la mesa, de manera tal que la capucha y las mangas queden en una posición plana. Si el abrigo no tiene capucha, asegúrate de que la etiqueta esté bien a la vista. Puedes colocar un adhesivo colorido si la etiqueta es pequeña o difícil de identificar.
El niño se ubica detrás de la capucha o etiqueta del abrigo, coloca los brazos dentro de las mangas del abrigo y los levanta por encima de la cabeza.
El abrigo traspasa la cabeza y el niño baja los brazos para ponérselo. Es posible que tenga que ayudarlo a terminar de acomodárselo.
Deberás tomarte tu tiempo, porque él se tomará el suyo, ya que los niños necesitan más tiempo que los adultos para arreglarse, por eso permítele su ritmo, especialmente al principio. Es importante que le permitas intentarlo en cuanto percibas los primeros indicios de querer hacerlo, aunque suponga poner a prueba tu paciencia.
Ten en cuenta que algunos niños aprenden a vestirse sin ayuda hacia los 2 años, mientras que otros no lo consiguen hasta los 4. Ambos casos entran dentro de lo normal y no hay de qué preocuparse: cada pequeño evoluciona a su ritmo. Pero sí hay algo que suele ser común en todos: les resulta más fácil aprender a desnudarse que a vestirse y les cuesta menos ponerse las prendas inferiores que las superiores. Para más información mira en este post.