Todo sería ideal. Con 30 años me imaginaba madre, guapa, bien vestida, con unos hijos perfectos, una casa genial, una pareja perfecta, dos coches, trabajo estable y bien pagado….
En fin… nada de esto que imaginaba fue así. De alguna manera me alegro que esa visión de un futuro idílico me empujase a superarme durante mis largos años de estudiante. Me motivaba pensando que acabaría la carrera, que tanto me costó, y mi recompensa sería la felicidad plena y la libertad.
Pensándolo bien…¡¡menos mal que no sabía que me esperarían muchos años de decepción tras decepción!! yo creo que habría tirado la toalla…. no me podía haber imaginado que tras los años de estudio vendría una crisis tan gorda y todo se pondría tan difícil. Al menos yo no me supe adaptar.
Siempre me consideré muy trabajadora así que fui varios años camarera en una cafetería chula. Y aunque el trabajo de camarera de desayunos me parecía bonito (me encanta tomar y hacer café…)… yo sufría mucho por haber creído toda mi vida que mi vida sería de otra manera. Toda mi familia son educadores, y yo iba en camino. Y cuando mi familia estaba de vacaciones, yo trabajaba, y cuando trabajaban, yo trabajaba más horas aún. Recuerdo casi llorar cuando (siendo muy jovencita) mi primer 24 de diciembre como camarera estaba trabajando de mañana. Ahora me parece un poco exagerado claro, soy “autónoma” y mi cuerpo está hecho a esto, ya que wondermami también es un proyecto muy exigente. Pero cuando nunca viviste esto en tu casa, lo llevas mal. Tuve que reeducarme, reeducarme en la toma de consciencia.
Mi vida al menos, a día de hoy sigue siento una pura imperfección si lo comparo con la imagen que tenía. No tengo la vajilla ideal, ni las alfombras que quiero, mi colchón está viejo… ser mamá es agotador….y tener una pareja por mucho que se quiera… no es tan fácil como en los cuentos de Disney.
Todo es una sombra de lo que quería.
Todo menos mis hijas.
Ellas son tan perfectas que superan todo lo que podía imaginar. Criarlas también da infinitamente más trabajo del que nunca imaginé, pero también dan más amor del que nunca soñé.
El baño siempre queda empapado tras sus juegos
Las veo y me quedo como tonta… siento que son las mejores del mundo y no entiendo como tengo tanta suerte de que ellas sean ellas. Es lo único perfecto en mi vida que da sentido al resto de mis imperfecciones.
Cualquier objeto puede ser susceptible de ser usado para sus juegos
Ahora entiendo de verdad la frase que siempre solía oír antes de ser madre: por los hijos todo vale la pena.
Los muñecos también deben aprender a usar el orinal
Por los hijos se lucha, aún cuando estás agotada, te levantas al día siguiente y continuas tu camino, porque no quieres fallarles, porque ellos se merecen la mejor versión de mi.
Por mis hijas yo quiero ser mejor persona, y por mis hijas no me atrevo a rendirme, porque ellas no se merecerían eso.
Porque ellas son el motor y la luz de mi vida.