Los biberones suelen ser muy fáciles de utilizar si sigues las instrucciones de uso. En promedio al día un bebé recién nacido utiliza alrededor de siete biberones por día, los cuales se deben de esterilizar y preferentemente ser de plástico. Sin embargo, debes de tener un mayor número de tetinas ya que con el constante uso el desgaste que presentan es muy grande.
Preparando los biberones
Un recién nacido come en promedio cada tres o cuatro horas, dependiendo de su peso y su apetito. Lo mejor es que te dejes guiar por él. Recuerda que tu bebé te hará saber cuándo tenga hambre por medio de su llanto. En un comienzo el ritmo de las comidas de tu bebé será irregular, sin embargo con el paso de las semanas te darás cuenta que sus horarios de comidas se regularizarán hasta establecer una rutina de comidas diaria. La regularidad en las horas de comida beneficia tanto al niño como a los papás ya que te permite organizarte y prever todo lo que vas a necesitar.
La esterilización
Existen dos tipos de esterilización para evitar que se desarrollen hongos y bacterias en los biberones de tu bebé, pero tú eres la que decide cual método le resulta más práctico para esterilizar los biberones de tu bebé:
a) Esterilización en caliente: en un esterilizador, olla de presión o cacerola con agua hirviendo. Consiste en colocar biberones, tetinas, tapas, y chupones previamente lavados y enjuagados para hervirlos durante un periodo de 10-20 minutos.
b) Esterilización en frío: Es un método relativamente nuevo y práctico, que consiste en sumergir una pastilla esterilizante en un recipiente con agua fría y con tapa. Debes de colocar los biberones y las tetinas lavadas, puedes de sacarlos conforme los vayas a utilizar, te recomiendo que los escurras bien para evitar que tu hijo consuma de esta agua, pero no los enjuagues ya que los contaminarás nuevamente.
¿Cómo preparar un biberón?
1. Coloca la cantidad de agua necesaria en el biberón.
2. Calienta el agua en el calentador de biberones por 20 segundos y procura siempre tocar la temperatura en tus nudillos para evitar quemar a tu bebé.
3. Coloca la cantidad de medidas de leche que correspondan a la cantidad de agua.
4. Coloca la tetina y la rosca.
5. Agita el biberón para disolver la leche.
6. El biberón está listo para dárselo a tu bebé.
El orificio de la tetina
Para saber si el orificio de la tetina es del tamaño adecuado para tu bebé puedes poner el biberón de cabeza, y tiene que salir la leche por gotas rápidamente. Si el chorro es muy lento, hazlo más grande con una aguja caliente y si es muy rápido, cambia la tetina y guárdala para futuras etapas en las que tu bebé pueda tomar leche más rápido.
Cosas que tienes que saber de los biberones
- Debes de tener cuidado: si calientas el biberón en el microondas, muchas veces la leche está muy caliente y el biberón esta frío, así que siempre checa la temperatura de la leche.
- La temperatura ideal: para un biberón es temperatura ambiente, sin embargo durante el invierno puedes calentar un poco la leche.
- La leche: tiene una duración diferente de acuerdo a la marca, sin embargo en un día caluroso procura no darle a tu bebé leche de más de 3 horas de antigüedad.
- Si tu bebé tiene hipo: tranquila existe un truco muy sencillo para quitarlo, dale un trago de leche a tu bebé y te aseguro que en cuestión de segundos se le quitará.
- Existen muchos tipos de biberones: que varían de acuerdo a si se da pecho al bebé o exclusivamente leche en polvo así que ten en cuenta con que biberón tu hijo se siente más cómodo y asegúrate de siempre tener de ese tipo de biberones.
Como te puedes dar cuenta los biberones son una herramienta esencial en la vida de tu bebé, ya que le permite comer de una manera eficaz y le facilita el aprender a comer. Tu bebé desarrollará poco a poco su forma de comunicar sus necesidades, por lo que lo único que tienes que hacer es comprenderlo y responder a sus necesidades y deseos.
Espero que sigamos aprendiendo más acerca de este maravilloso mundo de los bebés así que te invito a que me sigas leyendo. ¡Hasta la próxima!