No te deshagas de tu gato por estar embarazada
La llegada a la familia de un hijo, siempre que sea una decisión consensuada, es un motivo de felicidad y alegría. Empiezan los preparativos para el nuevo miembro:
Pensamos en el nombre,
Arreglamos su habitación,
Compramos los enseres,
Lo más importante: las revisiones médicas periódicas para ver qué todo va bien.
Y es a partir de ahí cuando empieza a surgir con fuerza la palabra Toxoplasmosis… y las dudas y los miedos se empiezan a cernir sobre nosotros.
Bien, vayamos paso a paso…
¿Qué es la toxoplasmosis?
La enfermedad conocida como toxoplasmosis está causada por un parásito intracelular llamado Toxoplasma gondii. Afecta a todas las especies de sangre caliente, incluido el ser humano.
Los animales de granja y los gatos pueden ser portadores de este parásito.
Por regla general, en personas sanas la enfermedad puede pasar totalmente desapercibida como una gripe común o un fuerte dolor de cabeza.
Entonces, por qué es tan peligrosa en mujeres embarazadas?
Porque el parásito puede llegar a atravesar la placenta, causándole daños al feto, pero, no nos asustemos y sigamos leyendo.
Otros grupos de riesgo son las personas seropositivas, las que están siendo tratadas con quimioterapia y todas aquellas que han recibido un poco antes un trasplante de órganos, ya que en todas ellas su sistema inmune no se encuentra al cien por cien.
¿Cómo sé si ya he pasado o no la enfermedad?
Generalmente en la analítica rutinaria, el médico pide valores de toxoplasmosis, si no es así, puedes solicitarlo tú.
Si en la analítica sale que ya has sido infectada antes del embarazo, premio!!, ya presentas los anticuerpos para el toxoplasma gondii y ya no se producirá el contagio al feto. El hecho de haberla pasado antes indica que ya eres inmune a futuros contagios.
Si por el contrario, sale que no has sido expuesta previamente al parásito, tendrás que tener una serie de precauciones que se enumeramos más abajo. No te preocupes, siguiéndolas no tienes porque correr un mayor riesgo que cualquier otra persona.
¿Cómo se contagia?
Comiendo carne poco cocinada o cruda.
Manipulando carne cruda sin guantes.
Bebiendo leche cruda de cabra.
Comiendo verduras frescas contaminadas no lavadas adecuadamente.
Realizando labores de jardinería o en patios de juegos para niños. Solo si consideramos que en esa arena ha ido a defecar el gato (el contagio requiere que se metan las manos sin lavar en la boca).
Bebiendo agua contaminada o no potable.
Ingiriendo directamente restos de heces de gatos infectados por Toxoplasma gondii , algo bastante improbable en un adulto.
Hay que dejar claro que la infección no se produce tocando o acariciando al gato.
El sector veterinario de animales de compañía que está continuamente en contacto con gatos, no presenta un mayor margen de contagio por la enfermedad que otros profesionales.
¿Por qué existe esa polémica entre el gato y la toxoplasmosis?
Muy sencillo, porque el gato forma parte de nuestras vidas cotidianas. Vive en nuestra casa, comparte nuestros sofás y naturalmente les limpiamos las heces diariamente.
No obstante, es Muy Importante aclarar que el gato se infecta del parásito comiendo roedores y aves. Por lo que dentro de la población felina, solo tienen riesgo de contagio aquellos gatos que tienen acceso al exterior y puedan comer otros animales.
Los gatos “caseros” que nunca han tenido contacto externo y que su alimentación se basa en pienso en latas, no tendrán ese riesgo.
Cuando el parásito infecta a un gato este tiene un periodo de incubación de entre 3 y 20 días. Después y durante sólo un periodo de un mes, libera los ooquistes en las heces. Después de eso, aunque el gato se vuelva a infectar, nunca más liberará ooquistes (microorganismos reproductores).
Estos son liberados en un estado inmaduro y por lo tanto,no son infecciosos hasta pasadas 24 ó 48 horas.
Por todo ello es muy importante que la limpieza del arenero de nuestro gato se realice lo antes posible y dentro de las primeras 24h
Al ser las heces un vehículo de contagio, es tan sencillo, como que la mujer embarazada intente no recojerlas y, si lo hace, que sea con guantes de jardinería o de limpieza, con el posterior lavado de manos.
¿Qué pasa con las otras vías de contagio?
Como ya hemos indicado anteriormente, no es el gato el único “culpable” del contagio de esta enfermedad.
Existen otras vías mucho más importantes y con más probabilidades de ser el motivo de contagio:
La más normal y común de todas ellas es comer carne cruda o muy poco hecha: no nos olvidemos que los animales de granja también pueden ser portadores del parásito, pero que a diferencia del gato, no lo pueden expulsar.
Es por ello que si la carne que se consume no está bien hecha, ingerimos el parásito. Pasa lo mismo con los huevos crudos o solo pasados por agua.
Las frutas y verduras tampoco se libran si no han estado bien lavadas antes de su consumo, ¿por qué? Porque han podido crecer en tierra infectada por el parásito.
Siempre hay que lavar bien y si es posible pelar las frutas y verduras que vayamos a consumir.
Por las mismas razones que en los dos casos anteriores, la leche de cabra cruda, no ha de ser consumida por la mujer embarazada. Todo producto lácteo que se consuma deber estar sí o sí pasteurizado
Medidas preventivas que ha de tomar una mujer embarazadas
No comer carne cruda.
Cocinar muy bien la carne a altas temperaturas.
Si la carne se ha de consumir, poco hecha, por alguna razón, conviene antes congelarla a -20ºC durante dos días
Lavar adecuadamente las verduras siempre antes de su consumo.
Beber sólo agua potable o de procedencia conocida o tras ser filtrada/hervida si se desconoce su procedencia.
Usar guantes durante las labores de jardinería
Al manipular carnes crudas lavarse adecuadamente las manos tras ello.
Lavar bien los utensilios de cocina con lo que hemos manipulado la carne y las verduras.
Las bandejas de arena de los gatos deben limpiarse diariamente con una paleta. Las mujeres embarazadas deben evitar manipular la bandeja de arena, pero si esto no fuese posible es recomendable que lo hagan con guantes desechables y mascarilla.
Limpiar la bandeja del gato cada dia,
Para desinfectar la bandeja el mejor método es el agua hirviendo o el vapor a presión, pues los ooquistes esporulados son resistentes a la mayoría de desinfectantes.
El falso mito de los gatos y la toxoplasmosis
Es curioso que siendo el porcentaje menor de contagio, nuestros gatos tengan que llevar la etiqueta de “culpables” .
Actualmente está demostrado que el contagio de toxoplasmosis de gatos a mujeres gestantes u otro tipo de perfil inmunodepresor , es muy poco probable siguiendo unas normas básicas de higiene y de alimentación.
Por ello consideramos injustos e innecesarios los abandonos que se producen cuando hay un embarazo en la familia.
Los gatos como ya veremos en algún otro artículo favorecen el bienestar emocional de las personas y ayuda a los niños que son educados en el respeto animal a tener una empatía y unos valores muy necesarios en nuestros días.
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