Hoy, y dentro de las posibles complicaciones en el embarazo (que ya se que hace mucho que no tocaba el tema) os voy a explicar qué es la toxoplasmosis, como podemos sufrir contagio y qué problemas puede comportar.
La Toxoplasmosis es una enfermedad provocada por un parásito llamado Toxoplasma gondii y que aparece en la foto que he puesto al principio del post. Eso sí, no lo vais a ver a simple vista. Este parásito coloniza las células animales. Dicho de otra manera, puede introducirse en nuestro cuerpo o en el de cualquier otro animal y vivir dentro de nuestras células.
¿Qué problemas puede provocar?
Si el parásito afecta a una persona sana, los problemas son mínimos. Puede provocar síntomas molestos como la inflamación de los ganglios (esos bultitos que notamos si recorremos el lateral de nuestro cuello presionando un poco), fiebre, dolor de cabeza,... o puede, sencillamente, no provocar ningún síntoma.
El problema es que en el caso de las mujeres embarazadas, el parásito puede pasar al feto y provocar malformaciones graves e incluso abortos espontáneos o partos prematuros (según el momento de gestación en que se encuentre la mujer).
¿Cómo se contagia la toxoplasmosis?
Podemos sufrir el contagio por varias vías:
A través de la carne cruda: al cocinar o congelar la carne durante 48h, se elimina este parásito de forma que ya no resulta peligroso. Es la principal razón por la que se recomienda a las embarazadas no comer embutido ni carne poco hecha.
A través de utensilios que hayan estado en contacto con carne cruda: muchas veces tenemos en cuenta que no podemos comer carne cruda pero se nos olvida tener en cuenta que todo aquello que ha tenido contacto con la carne cruda, puede estar contaminado también.
Heces de algunos animales: principalmente de los gatos (de ahí su mala fama). Se trata de los huéspedes finales de este parásito por lo que se reproduce y aparece en las heces. Se ha de tener en cuenta que si tenemos gato, debemos buscar a alguien que se encargue de limpiar la arena de los gatos y si no tenemos más opción que hacerlo nosotras, debemos ponernos guantes y limpiarnos bien las manos después. El contagio se produce directamente en el sistema digestivo por lo que hemos de contaminar primero las manos y luego meterlas en la boca así que si la higiene es adecuada, es muy complicado el contagio.
Detección
Una de las primeras pruebas que se hacen a una mujer embarazada, son las llamadas serologías. Esta prueba se hace normalmente junto con la analítica del 1r trimestre y sirve para detectar si tenemos anticuerpos para algunas enfermedades que pueden crear problemas en el embarazo. Enfermedades como la varicela, la hepatitis, el VIH o, en el caso que nos atañe, la toxoplasmosis.
En algunos casos es bueno que la serología sea positiva como en el caso de la varicela o la toxoplasmosis ya que esto implica que nuestro cuerpo sabe combatir esta enfermedad y que aunque estemos en contacto con el patógeno que la provoca, no nos dará problemas. Así que si al hacernos la serologia, resulta que sale positiva para la toxoplasmosis, ya tendremos algo menos de lo que preocuparnos ya que no nos afectará aunque volvamos a entrar en contacto con el paásito.
Tratamiento
Se suele utilizar pirimetamina, sulfadiacina (un tipo de antibiótico) y ácido fólico ya que la pirimetamina bloquea su producción.
En caso de que la infección no haya pasado al feto (en el caso de las mujeres embarazadas), se recomienda la espiramicina que es otro antibiótico que disminuye la posibilidad de que el feto se vea afectado. Aunque se ha visto que el tratamiento ayuda a que no se transmita la enfermedad, el riesgo existe y por tanto, lo mejor es no contraerla durante el embarazo.
Toxoplasmosis y gatos
Como ya he comentado antes, los gatos son huéspedes de estos parásitos (sus huéspedes favoritos de hecho) y esto les ha creado mala fama a los pobres animales. Ya hemos visto que los gatos pueden convivir con una mujer embarazada siempre que se sigan una serie de normas básicas muy similares a las nuestras:
No limpiar el arenero estando embarazada y si no hay otra opción, usar guantes y lavarse bien las manos (sí, ya se que lo he puesto antes pero es importante).
No dar carne cruda a los gatos (igual que nosotros, ellos también pueden adquirir el parásito por esta vía).
Impedir el contacto con las heces de otros gatos (es lo mismo que nosotros).
Existe una prueba en que mediante un análisis de sangre, puede comprobarse si un gato tiene o ha tenido toxoplasmosis (en realidad es la misma prueba que nos hacen a nosotros). Si el gato no ha tenido, no sale de casa y nosotros seguimos estas pautas, podéis estar totalmente tranquilos.
Aún así en caso de que le hagáis esta prueba al gato y de positiva, debéis tener en cuenta que es contagiosa durante muy poco tiempo y al tratarse de animales muy limpios, es difícil que tengáis contacto con las heces fuera del arenero. Aún así, como medida de precaución, sería bueno lavarse las manos cada vez que toquemos al gato.
¿Sufristeis los problemas de no haber pasado la toxoplasmosis? o no tuvisteis que preocuparos por esta enfermedad.