La toxoplasmosis es una enfermedad que preocupa con frecuencia a mujeres embarazadas. En este post damos respuesta a todas las preguntas sobre esta zoonosis. A lo largo de mi experiencia como veterinaria clínica, me encontré varias veces ante mujeres embarazadas que venían a consulta para informarse sobre toxoplasmosis.
En la mayoría de los casos, estas mujeres acudían a mí porque su médico les había recomendado deshacerse de su gato, alegando que era la convivencia entre gatos y embarazadas era peligrosa.
Esta recomendación (además de ser errónea) provocaba mucha angustia y desasosiego en la mujer, puesto que se debatía entre desprenderse de su querido animal o poner en riesgo su salud y la de su bebé.
Por este motivo creo que es importante aclarar ciertos conceptos sobre la toxoplasmosis, basándonos en el conocimiento científico, para aportar luz y eliminar miedos. ¿Te interesa? comenzamos.
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¿Qué es la toxoplasmosis?
Se trata de una enfermedad de las que se denominan zoonóticas, es decir, que pueden transmitirse entre los animales y las personas.
El causante de esta enfermedad es un parásito microscópico llamado Toxoplasma gondii y que , como todo parásito, necesita uno o varios hospedadores para poder vivir y desarrollarse.
En el caso de toxoplasma, hablamos de dos tipos de hospedadores:
hospedador definitivo: el gato doméstico
hospedador intermediario: otras especies, principalmente, ratones, aves, cerdo, vaca… y en ocasiones, el ser humano
Sin entrar en demasiado detalle, el ciclo de vida del parásito es el siguiente:
el gato elimina huevos de parásitos con las heces. Estos huevos necesitan estar 48 horas en el medio ambiente para madurar y poder ser infectivos (esto es importante, más adelante veremos por qué)
los huevos son ingeridos por otros animales, como ratones, pájaros o animales de granja, y el parásito pasa a los músculos donde se queda formando quistes.
estos quistes musculares, si son ingeridos por un gato, cierran el círculo del ciclo biológico.
¿Cómo se transmite a las personas?
Básicamente hay tres maneras de infectarse de toxoplasmosis que es importante conocer para poder evitarlas:
Frutas y verduras crudas y sin lavar: Si ingerimos productos vegetales que hayan estado en contacto con heces de gato contaminadas y no nos aseguramos de lavarlas correctamente o cocinarlas, podemos contraer este parásito.
Carne poco cocinada: Como hemos visto, los animales de granja (como el cerdo o la oveja) pueden estar infectados y presentar quistes en su musculatura. Estos quistes se inactivan con el calor de los procesos de cocción o cocinado de los alimentos. Sin embargo, si comemos carne cruda o poco hecha, estos quistes se mantienen activos y pueden infectar al ser humano.
También se ha demostrado que la congelación inactiva los quistes de toxoplasma en los alimentos.
Contacto directo con las heces contaminadas de los gatos: Si tocamos con las manos desnudas las heces de un gato y a continuación manipulamos alimentos o nos tocamos la boca, podemos adquirir este parásito.
También se puede producir el contagio a través de trabajos de jardinería, puesto que la tierra puede estar contaminada con estas heces sin que nos demos cuenta.
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¿Por qué es la toxoplasmosis peligrosa para las embarazadas?
La toxoplasmosis es una enfermedad que en adultos sanos no suele tener grandes complicaciones y se desarrolla, en la mayoría de los casos, como un cuadro leve de diarrea.
Sin embargo, en el caso de las mujeres embarazadas, este parásito puede atravesar la placenta y llegar al bebé, causando problemas graves.
Si la mujer se infecta en el primer trimestre de su embarazo suele provocar abortos, mientras que la infección sucede en el segundo y tercer trimestre de la gestación pueden aparecer malformaciones neurológicas y cardíacas que ponen en serio peligro la vida del bebé.
¿Cómo se diagnostica?
Cuando una mujer se queda embarazada, de manera rutinaria se hace una determinación de anticuerpos (IgG e IgM) frente a Toxoplasma, para saber si ha estado en contacto con este parásito. En función de los resultados de esta analítica podemos encontrar tres situaciones:
IgG e IgM negativas: significa que la mujer nunca ha padecido esta enfermedad, por lo que no está inmunizada y debe tener especial cuidado.
IgG positiva e IgM negativa: en este caso, la mujer ha padecido la enfermedad en el pasado y está protegida frente a ella.
IgG negativa e IgM positiva: la enfermedad está en curso en ese momento y es necesario administrar tratamiento.
Habitualmente esta analítica se realiza tanto en el primer como en el tercer trimestre de la gestación.
Es importante puntualizar, que aunque existan anticuerpos frente a toxopasmosis, se recomienda que las mujeres gestantes no ingieran carne poco cocinada o frutas y verduras crudas o sin lavar, puesto que existen otras enfermedades transmitidas por alimentos ( como salmonelosis o listeriosis) que también pueden originar serias complicaciones en el embarazo.
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Maneras de prevenir la toxoplasmosis
Conociendo cómo se transmite, resulta muy fácil poder prevenir la infección. Estas son las pautas para prevenir la enfermedad que toda embarazada debería seguir:
Lava bien y pela todas las frutas y verduras antes de consumirlas. Y mucho mejor si las puedes cocinar.
No comer carnes crudas o poco hechas, incluyendo los embutidos.
En caso de que no puedas resistirte al jamón serrano, congela durante al menos 48 horas los embutidos antes de comerlos.
Si comes fuera de casa, pídele al camarero que la carne esté muy hecha y evita comer ensaladas o verduras crudas (no podemos asegurarnos de que hayan sido lavadas correctamente).
Limpia y desinfecta las superficies y los utensilios de la cocina para evitar contaminaciones cruzadas.
Evita realizar trabajos de jardinería. Si no te queda más remedio, usa guantes y lávate muy bien las manos inmediatamente después de terminar.
En el caso de convivir con gatos, no dejes que salgan al exterior de la casa, puesto que pueden cazar algún animal de pequeño tamaño e infectarse.
La bandeja de arena de los gatos debe limpiarse diariamente, puesto que los huevos de las heces necesitan al menos 2 días de maduración en el exterior para ser infectivos.
La bandeja debe limpiarla una persona distinta a la mujer embarazada (maridos del mundo, esto va por vosotros). Si no es posible, utilizar siempre guantes y lavarse muy bien las manos después de hacerlo.
Procura no estar en contacto con gatos callejeros o cuyo estado de salud no conozcas.
¿Y que hago con el gato?
Pues, principalmente, dejarle tranquilo. Siguiendo las recomendaciones que acabamos de ver puedes disfrutar de tu gato y convivir con el con toda normalidad.
Eso sí, es importante que mantengas las vacunaciones y desparasitaciones internas y externas del animal al día para que no haya ningún riesgo y podáis estar plenamente tranquilos.
Pero, sobre todo, no le abandones.
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El desconocimiento, el miedo a enfermar y un médico desactualizado forman un cóctel explosivo que lleva cada año a miles de gatos a ser abandonados por sus propietarios por temor a contagiarse de toxoplasmosis.
Los animales son grandes compañeros de vida y aportan muchísimo valor a la crianza de los hijos , de modo que si estás embarazada y tienes un gato, sigue las recomendaciones de prevención y no te preocupes más.
Espero que con este post se hayan resuelto tus dudas y te animo a que lo compartas con otras mujeres a las que creas que les puede interesar. Gracias por leerme .
Publicado inicialmente el3 julio, 2020 @ 8:17 am