También, para evitar que el bebé deje de llorar se puede intentar hacer los ruidos o poner las caras que sabemos que suelen tener éxito con nuestros pequeños a la hora de captar su atención, pues les despeja de su llanto, ya sea porque se sorprendan o porque les haga reír.
Otros trucos para que no lloren, se sitúan más en el plano físico. Gracias a Carment, he sabido que se podría probar soplándoles suavemente la carita o dándoles masajes muy sutiles en la nuca. Probablemente, estos medios relajarán a muchos nenes.
Por último, si nada funciona, toca averiguar qué necesidad puede tener para llorar. Los aspectos más importantes sobre los que reflexionar serán la temperatura, si tendrá frío o calor, y hace cuánto tiempo que ha comido, por si le estuviera entrando hambre.
Seguro que conocéis más trucos que serían de gran utilidad a muchas mujeres que se pasen por aquí. ¿Nos los contáis?