Hoy os traigo un cuento divertido, original y con aire fresco que nos invita a abrir los ojos y mirar al mundo y a las personas que nos rodean, tal y como son, algo que solo los niños son capaces de hacer, ya que ellos siempre ven las cosas como son, sin más, sin trampa ni cartón, sin prejuicios ni estereotipos.
Además, esta historia tan maravillosa nos enseña lo importante que es hacer lo que realmente nos gusta, lo que nos hace felices y lo que nos apasiona, sin importar el qué dirán.
Cuenta la historia de una mujer auténtica: la señora del tractor, con moño, anteojos, impermeable, botas y bolso que recorre la carretera haciendo lo que más le gusta, ser agricultora. En el camino se encuentra con adultos cargados de prejuicios que opinan de su profesión sin entender que hace una señora conduciendo un tractor. Pero su tractor es tan tan ruidoso que no oye las cosas tan absurdas que los adultos dicen cuando pasa por su lado. Sin embargo sí que oye la voz de un niño, que con su mente abierta libre de prejuicios, ve las cosas como son, con total naturalidad.
Las ilustraciones tienen fuerza y colorido. Complementan el texto a la perfección, recreando una atmósfera con cierto aire vintage y pero a la vez alocado que llevan a la reflexión. Si por los valores que trasmite me ha encantado, con las ilustraciones me ha dejado sin palabras. La ilustradora ha jugado con la interacción entre palabra-imagen: simetría, realce, complementariedad, contrapunto… escondiendo detallitos fantásticos.
Se ha convertido en uno de los libros favoritísimos de los peques, lo piden y lo disfrutan una y otra vez. Tal vez se deba a la estructura repetitiva del texto que tanto les gusta ¡se lo saben casi de memoria!
Y es que... como dice Nívola Uyá:
Esa mujer somos todas, las que sustentan, las que inspiran, las que creen en un mundo más igualitario y auténtico, las que tienen el apoyo de hombres igual de maravillosos, las que saben escuchar a los niños y a las niñas..
En definitiva, es una historia fresca y divertida que les atrapa, y que les habla de una de las cosas más bonitas y a la vez más importantes: ser los conductores de nuestra propia vida y estar orgullosos del camino que hemos elegido, continuando por él a pesar de los obstáculos… Un mensaje necesario e inspirador.
Sin duda, muy muy recomendable.
Además lo considero un álbum ilustrado muy adecuado para trabajar en el aula con todos los niveles, tanto por la historia como por su potencial artístico. Con los más pequeños podemos despertar su parte más creativa, motivándoles a disfrutar de los materiales artísticos como pinceles, lienzos y pintura, proponiéndoles que creen a su señora del tractor con ese peinado monumental. O bien, que se dibujen ellos haciendo en un futuro aquello que les apasiona.
Con los más mayores podemos reflexionar sobre coeducación y los estereotipos marcados por la sociedad.
Autor: Mar Pavón
Ilustrador: Nívola Uyá
Editorial: Cuento de luz
Páginas: 32
Dimensiones: 26 x 22 cm
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