La verdad que el hecho de viajar con niños, hace que continuamente se busquen actividades o lugares para visitar con ellos y que las vacaciones no acaben siendo un aburrimiento para ellos.
Por eso, decidimos ir a la zona de la Rábida. Justo al lado del monasterio se encuentra el Jardín botánico de Huelva y por eso, los alrededores del monasterio son verdaderamente bonitos, con plantas y mucho verde por toda la zona. Me pareció un lugar super cuidado y muy bonito para dar un paseo con las peques. No llegamos a entrar al montasterio, aunque dicen que merece la pena, por el poco tiempo que teníamos para el viaje en sí. Por eso, aprovechamos el ratito dando un paseo y haciendo algunas fotos por los alrededores.
De ahí nos fuimos hasta el Museo del Muelle de las Carabelas. La verdad es que fue un acierto, porque a vera, junto con la playa, es lo que más le ha gustado de este viaje y la última vez que estuvimos en la biblioteca, decía que quería buscar un libro de Cristobal Colón xddd asi que al menos algo se le ha quedado.
Nada más llegar al museo, pasamos a ver el audiovisual que justo comenzaba en ese momento, y aunque yo me tuve que salir a la mitad porque la peque ya se empezó a animar de más, Vera y papá M sí que pudieron disfrutarlo al completo. De ahí, salimos al exterior para ver las carabelas, que son unas reproducciones a tamaño real de las carabelas del viaje de Colón. Vera se quedó alucinada al ver los barcos tan grandes y poder pasear por ellos, bajar a la bodega, etc Resultó curioso ver las distintas partes de los barcos, dónde dormían, etc
Alrededor de las carabelas se puede ver también el poblado medieval, con instrumentos propios de la época como utensilios de cocina, vestimentas, herramientas relacionadas con algunos oficios de la época, etc y al otro lado, una representación de los poblados que supuestamente encontraron al llegar a las Indias.
Además de lo bonito de la visita, aprovechamos para tomar una cervecita en el bar que hay allí mismo, en un patio muy amplio, y pasamos a la tienda a ver si encontrábamos algún detalle para Vera, pero finalmente eligió varias postales que luego guarda en alguno de sus cientos de cajitas xddd La verdad que recomiendo 100% esta visita a las familias que acudan a la zona con niños, ya que les llama bastante la atención.
De camino hacia Huelva, pudimos ver a lo lejos en la Punta del Sebo, el Monumento a la Fe Descubridora, donde se puede apreciar a simple vista a un monje del montasterio de la Rábida, que junto a una cruz (Tau, que es un símbolo franciscano), representan el apoyo que dieron los monjes de la Rábida al viaje de Colón. El monumento mide unos 37 metros, por lo que desde el mismo muelle de las Carabelas se puede ver. Ya de vuelta, volvimos a parar en Huelva para comer, y la verdad es que tuvimos mucha suerte con el sitio. Uno de los chicos del local se acercó a dejarnos una carta al pasar por allí y al preguntarle por alguna opción vegana, rápidamente nos ofreció varias opciones, por lo que nos quedamos. El restaurante se llama La Mirta, y lo recomiendo muchísimo. A nosotros nos encantaron las tapitas y platos que tienen, con una gran cantidad de opciones y por otro lado la estética del lugar. Estuvimos muy agusto comiendo allí e incluso nos preguntó que si éramos de la zona o solíamos ir, porque así para otra vez, avisando con tiempo de que íbamos a ir, prepararía algo más elaborado, en opción vegana me refiero, para papá M.
La verdad es que fue un viaje cortito pero muy intenso, lo hemos pasado muy bien y nos traemos muchos recuerdos. Además, fue una suerte coincidir con unos grandes amigos por la zona, con los que quedamos para cenar y así Vera también tuvo su momento para jugar con alguien conocido. ¿Qué más se puede pedir? …¡volver!
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