Desde pequeña soñaba con ser madre y llevarlos todos los días a su colegio. En ese caso me puse a pensar, la cantidad de padres que trabajan desde muy temprano y no pueden ir a llevar a sus hijos, y la cantidad que los llevan, pero que parecieran un simple transporte.
Ese es un momento valioso para la comunicación familiar, porque no solo compartes tiempo con tu hijo; sino que puedes observar el tipo de comunicación que llevas a cabo con tu pequeño, libre de juicios y culpabilidades.
Es un momento donde puedes poner en práctica una escucha activa y reflexiva en cada una de las intervenciones de ellos, prestando atención a sus solicitudes para darnos el permiso de responder calmadamente y de distintas maneras, evitando así que piensen que siempre somos autoritarios, que le hacemos sentir culpables, que le quitamos importancia a las cosas o les damos sermones.
Entre gustos y colores
Cuando los hijos no son tan pequeños hay que intentar como padres buscar momentos para conocer que piensan y que les gusta.
El momento de ir en el carro lo podemos utilizar para ver cuáles son sus canciones y si están en la edad acorde para escucharlas, de conocer si están tristes o felices, si voltean a ver la vida de otra manera, como tantas otras.
El pasado fin de semana un experto en tecnología me comentaba que no debemos reprimir las cosas, sino darles las herramientas para que nuestros hijos sepan qué hacer en diferentes casos.
Y ese momento de compartir cuando les llevamos nos puede ayudar mucho. Como padres no desperdiciemos ningún espacio para acercarnos a nuestros hijos y aún más importante, hacerles sentir que los amamos y que pueden contar con nosotros.
Fuente de contenido: Amaris Peraza
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Amaris es madre de 3, dos niños y una que está princesa que está en el cielo, es periodista con experiencia en publicidad, empresaria y mamá emprendedora. Puedes seguirla en las redes, en twitter: @amarisperaza e Instagram: @amaperaza