Hace apenas unos días que volvimos de nuestras vacaciones en Alemania y quiero compartir con vosotras nuestra experiencia para viajar con bebés en Ryanair. Sé que algunas volaréis en los próximos días y aunque seguro que tenéis un montón de información, nunca viene mal escuchar experiencias de primera mano.
Este ha sido nuestro primer viaje en avión con Olivia y aunque ha sido realmente agotador lo hemos disfrutado muchísimo. Para informarme sobre las condiciones para viajar con bebés he leído mucho por internet pero sobre todo me ha servido de mucha ayuda la propia página de la aerolínea (Ryanair) y algunos posts de otros blogs como el de Gema (www.missestratagemas.com) en el que también habla sobre el tema y que seguro que os puede ser muy útil.
Viajar con bebés en Ryanair
Como Olivia todavía no tiene 2 años, es considerada por Ryanair como “bebé” por lo que “no paga”. Es uno de los beneficios de viajar con bebés en Ryanair. No obstante, hay que matizar, y pongo el “no paga” entre comillas porque aunque no hay que pagar el billete como tal, si las tasas correspondientes, es decir, 25 euros por trayecto. En este caso, el bebé viaja encima de uno de los padres o tutores. Al entrar en el avión nos facilitaron un cinturón para ella que se enganchaba al nuestro y que debíamos usar como viene siendo habitual, en el despegue y el aterrizaje.
Si vais a viajar por la unión europea, al igual que pasa con los adultos, no es necesario pasaporte, basta con el DNI. Es totalmente imprescindible que nuestros bebés tengan su documento nacional de identidad, sino no podrán volar.
¿Reserva de asientos y embarque prioritario?
Cuando compras un vuelo con Ryanair, por defecto no tienes asientos asignados ni embarque prioritario, si lo quieres tienes que pagarlo. En nuestro caso si pagamos por la reserva de asientos. Creímos conveniente asegurarnos de que en nuestro primer vuelo en avión viajaríamos juntos para poder disfrutar de la experiencia. No nos hubiese hecho mucha gracia tener que ir cada uno en una punta. A la ida tuvimos un problema con los asientos. Cuando subimos estaban ocupados, y es que a otro padre con dos niños, el sistema de reservas le había permitido coger sus asientos en las salidas de emergencia y por lo visto, los niños no pueden volar en esa posición. Total, que le habían sentado en nuestros asientos y a nosotros nos ubicaron en otros un poco más atrás, no sin antes toparnos con una señora poco comprensiva hacia situaciones de este tipo. De todo tiene que haber.
Con respecto al embarque prioritario y la segunda pieza de equipaje de mano, decidimos no comprarlo, nos parecía que con el “pack básico” teníamos suficiente. Con una maleta de mano por adulto y un pequeño bolso nos apañamos más que de sobra. La diferencia es que a la entrada del avión nuestras maletas pasarían a la bodega en lugar de poder llevarlas en cabina, y casi que lo preferíamos, así nos evitábamos la lucha por encontrar un hueco en los maleteros de cabina y cargábamos con mucho menos peso a la subida del avión. Lo que no sabíamos es que en el aeropuerto de Nüremberg, las maletas tardarían más de una hora en salir y se nos harían las doce y pico de la noche esperando. Gajes de oficio.
¿Y el equipaje del bebé?
Al viajar con bebés en Ryanair, con su pasaje podemos llevar en el avión una “bolsa del bebé” de un máximo de 5Kg. Las medidas no están establecidas, y en este tema suelen ser bastante permisivos. Nosotros llevábamos hasta los topes el bolso que solemos llevar en el carro y no dijeron ni “mu”. Además, se pueden llevar 2 artículos de bebé, uno de ellos será el carro, independientemente de que sea de una o dos piezas, y el otro puede ser una silla para el coche, un alzador o una cuna portátil. En la página de Ryanair especifica que en caso de llevar alguno de estos artículos, deberemos pasar por el mostrador de facturación. Nosotros solo llevábamos el carro y así lo hicimos, pero tal y como había leído en otros sitios, nos dijeron que no era necesario y las pegatinas nos las pusieron directamente en la cola de embarque tanto a la ida como a la vuelta.
Si llevas alguno de los artículos que no son el carro, si te los recogeran en el mostrador de facturación y así no tendrás que cargar con tantas cosas. Viene bien que se permita seguir utilizando el carro porque hace mucho más fácil todo el trasiego por el aeropuerto. Eso si, aantes de entrar en el avión, habrá que plegar el carro y se lo llevarán a la bodega con el resto de equipaje.
En teoría, cuando llegamos al aeropuerto de destino, si lo solicitamos nos deberían dar el carro en mano en lugar de tener que pasar por las cintas de equipaje y así evitar que lo “maltraten” demasiado. Nosotros lo intentamos tanto a nuestra llegada a Alemania , como cuando volvimos a España y obtuvimos el mismo resultado: NO. Teníamos que esperar y recoger nuestro carro junto con las maletas en las cintas de equipaje. En Nüremberg nos devolvieron el carro en perfecto estado, en España arrancaron un poco de la piel que recubre el manillar del Bugaboo. No coments.
¿Qué hacer durante el vuelo?
Nuestro vuelo duraba unas 2 horas y media, y no fue fácil que permaneciese más o menos tranquila en un espacio tan reducido. No podíamos salir al pasillo a andar un poco porque no había mucho espacio y siempre había algún azafato o azafata vendiendo algo. Cuando no eran sándwiches, eran perfumes y si no, cartones de lotería. Así que tiramos de lo típico, tablet con películas, algún juego y comida. No somos muy de ofrecer a Olivia aparatos electrónicos y los utilizamos en contadas ocasiones, pero hay momentos en los que es “la tablet o la vida” y este era uno de ellos. Con eso y un poco de paciencia llegamos a nuestro destino sin demasiados problemas.
En resumen, viajar con bebés en Ryanair en bastante sencillo y nuestra experiencia, a pesar de las pequeñas incidencias, fue bastante buena.
Espero que nuestra experiencia y consejos os ayuden en vuestro viajes. ¡A disfrutar de las vacaciones!
Fuente: este post proviene de Una mamá del montón, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: