Un año más, el verano llegó a su fin y toca la vuelta a las rutinas.
Vacaciones, os echo de menos.
Este verano nos hemos vuelto a ir a la playita unos días. El año pasado nos pudimos ir casi 3 semanas pero este año solo hemos podido irnos 1 semanita y vaya si lo hemos notado. Al ser menos días hemos tenido los días más organizados y sin poder improvisar tanto como nos habría gustado pero no nos podemos quejar.
Pero como todo lo bueno, hay que disfrutarlo rápido porque se termina enseguida.
El viaje lo hicimos en coche y tanto la ida como la vuelta salimos de madrugada. Ya probamos a hacerlo el año pasado y como dice mi amiga chibimundo, bebé dormido, conductor feliz
Hemos notado una diferencia enorme respecto al año pasado por la edad de la pulga.
Los dos años está siendo una edad maravillosa que nos está dejando ver su carácter, su personalidad y sus gustos.
Nos ha dejado muy claro que el mar le mola, pero de lejos. Como mucho en la orilla para jugar con la arena, pero que las olas no se pasen un pelo. Sin embargo, el día que fuimos a ver a nuestra querida Cristina Quiles, fuimos a la piscina y eso le gustó más. Fue una mañana estupenda e incluso nos llevamos un dibujo de la pulga.
La pulga dibujada por la gran Cristina Quiles Una vez allí, hemos podido disfrutar mucho los tres juntos los unos de los otros. Hemos comido delicioso, visitado a los patos, ido a la playa y paseado por la pineda. Esto suena guay, hasta que vimos una araña como un puño de grande que casi me da un ataque. Hemos estado con los abuelos y además hemos sacado tiempo para visitar a gente estupenda.
Además, hemos celebrado nuestro cuarto aniversario de casados, el 7 de septiembre, que ya lo decía Mecano xD.
Pero sobretodo, nos hemos quedado con ganas de más. Esperaremos ansiosos al año que viene a ver con qué nos espera
¿Qué tal ha ido vuestro veranito? Os espero en los comentarios
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