Si ya tienes algún que otro Mini en tu vida, te habrás dado cuenta de que esto de la maternidad es toda una aventura. Desde el embarazo hasta el parto pasando por antojos, discusiones sin sentido con tu otra mitad y ¡mucho más! Pero sin duda, una experiencia digna de ser vivida.
Hoy, después de dieciséis meses metida de pleno en el maravilloso mundo de la maternidad, quiero compartir contigo alguno de los momentazos que durante estos meses he vivido. Quizá te suene alguno de ellos o te sirva de antesala a los que probablemente estés a punto de experimentar tú misma.
Diez momentazos que te trae la maternidad
El día después del parto
Tu Mini llegó a este mundo sano y salvo después de algún que otro sudor por tu parte. Por fin el momento para el que te estuviste preparando todo el embarazo, el del parto, pasó. Y parece que ambos habéis salido airosos de la prueba. ¿Y ahora qué? ¡Ay amiga!Ahora es cuando empieza lo bueno. Pronto caerás en la cuenta de que el parto no era el final, sino el comienzo de todo. Pero vayamos por partes. El bebé ya salió, de eso puedes dar fe porque lo tienes pegado a ti día y noche como un apéndice más de tu cuerpo.
Entonces, ¿por qué la barriga continúa ahí, casi donde la dejaste antes de entrar al paritorio? Enigmas de la vida.Y es que, salvo afortunadas, uno de los primeros momentazos que la maternidad nos regala es esa primera visualización (de cuerpo entero) en el espejo tras dar a luz. Sí, ya lo sé. Esto no está como tú lo habías dejado antes de embarazarte. Que no cunda el pánico. Palabrita que cada día irás comprobando como cada cosa va volviendo a su sitio. Un entuerto por allí, una toma por allá, y todo irá volviendo a la normalidad (o casi). No olvides los abdominales hipopresivos, son mágicos para volver al vientre plano que tenías. Al menos eso me pareció a mí.
Leche por todos lados
Si optas por la lactancia materna, tendrás algún que otro momentazo en tu vida vinculado a este tema. Uno de los más surrealistas es estar con el libro de ruidos de animales (enlatados, pero reales) de tu hijo mayor y que, tras escuchar el rugido del león, tu cuerpo lo asocie con el llanto de tu bebé y tú te conviertas de un segundo a otro en un aspersor. No comments.
Primera salida con amigas
Este sí que es un momentazo y diría hay que vivirlo más pronto que tarde tras convertirte en madre. En general y como dice una amiga mía, comparto la opinión de que las salidas con amigas debería recetarlas la seguridad social. ¡Ay cuántas visitas al psicólogo nos ahorraríamos! Ponerte de acuerdo con tu pareja para poder escaparte un par de horas a tomar algo y desconectar de tomas, pañales y llantos, te vendrá de perlas. Se habla de la importancia del tiempo en pareja tras ser padres. Muy cierto. Pero el tiempo con amigas tras ser madre (con amigas y sin bebés de por medio) vale oro y es también digno de ser tenido en cuenta.
Ir al baño sola
Esto más que un momentazo se convierte en un lujo una vez que te estrenas en esto de la maternidad. Desde llevarte a tu bebé en la hamaca al baño mientras que te duchas, hasta que tu Mini no te deje ir al baño sola, en el sentido más literal de la expresión. Los momentos de soledad tras ser madre escasean y si se trata de pasarlos en el baño, ya ni te cuento.
Volver a tus pantalones de siempre
Al principio del embarazo hace ilusión ponerse ropa pre mamá. Pero después de nueve meses poniéndote lo mismo, no ves el momento de volver a tu armario de siempre. Y si hablamos de desterrar por fin los pantalones que incorporan una especie de faja elástica para cubrir la barriga, por unos que marquen la cintura (por fin), ya ni te cuento.
Las miradas ajenas ante el llanto inconsolable de tu bebé
Si tienes la suerte de tener bebés tranquilos y relajados, a lo mejor te has librado de este momentazo que trae la maternidad. Si por el contrario, tienes un bebé que cuando dice a tener hambre no atiende a razones, seguramente hayas sudado alguna que otra vez ante la miradas enjuiciadoras de los presentes en el momentazo en cuestión.
Un ejemplo es que te subas al bus y, acto seguido, tu Mini empiece a llorar desgañitado. Aumentando la frecuencia del llanto conforme más gente te mira, cómo si fuera consciente del bochorno que estás pasando. O que nada más poner el pie en el supermercado, tu Mini se ponga a llorar desconsoladamente reclamándote. Tú piensas que ya que te has plantado allí debes de comprar al menos lo mínimo para subsistir un día más. Ánimo. Puede ser que alguien se solidarice contigo y te cuele en la cola de la caja. O que, de lo contrario, tengas que aguantar estoicamente los llantos mientras esperas (con fingida tranquilidad) a que llegue tu turno.
Hilar más de seis horas durmiendo
Para las que el tema del sueño compite en importancia con el comer, esto sí que es un gran momentazo. Lo de dormir poco y mal es de las cosas que peor llevo, para que nos vamos a engañar. Es por eso que tras semanas durmiendo a ratos y con el brazo de mala postura porque Mini A no perdona su espacio. El día que despierto y descubro que dormí seis horas de una vez, me levanto como si me hubiera caído en la misma marmita que Obelix en su día. No sé si me explico.
Tu mini hasta arriba y tú sin recambio
Te has armado de valor y te has ido con tu Mini de compras. O a dar un paseo, lo mismo da. De pronto te viene un tufillo y te das cuenta de que eso de que llevara unos días sin “ir al baño” se acaba de solucionar, pero en el peor momento. Te pilla lejos de casa y sin body de recambio. ¿Qué haces? Toca improvisar. La maternidad tiene mucho de esto, así que ánimo que seguro que sales airosa.
Su primer mamá
Si hay algo en lo que creo que todos estamos de acuerdo es que esto de ser madre no es tarea fácil. Surgen muchas preguntas y algunas inseguridades y nadie tiene respuestas definitivas sobre nada. Pero todo esto se ve compensado con creces con esas “primeras veces”. Primera vez que te mira y te sonríe, primeros pasos sin ayuda o primera vez que te llama “mamá”. Son esos los verdaderos momentazos que hay que grabar a fuego en la memoria para no olvidarnos de que todo lo demás será pasajero y que hay que disfrutar.
Y después de muchas horas…por fin está aquí
El mejor me lo reservo para el final. Y es que ,si hay un MOMENTAZO en mayúsculas en esto de convertirse en madre, es éste sin duda. Después de tantos meses esperando, por fin le veis la cara a vuestro Mini. Esa que tantas veces habéis intentado descifrar a través de las ecografías. Nada volverá a ser lo mismo, ya te lo habrán dicho millones de veces. Noches sin dormir, cansancio acumulado, muchas preguntas y algún que otro miedo. Ármate de paciencia, sentido común y mucho amor. De ti depende sacarle el máximo partido a esta etapa ;).
Estos son algunos de los momentazos que me ha traído la maternidad, pero estoy segura que no soy la única que ha vivido situaciones así. ¿Cuáles han sido los tuyos?