Se el ejemplo
Los niños imitan todas nuestras conductas. Al ser los padres, somos el ejemplo a seguir mientras que para los más pequeños, sus hermanos mayores son el ejemplo. Por eso conviene educar muy bien a los niños, para que todos puedan aprender y el trabajo sea más sencillo.
Las costumbres cotidianas son lo que primero aprenden los niños, enséñale como respetas las normas, como saludas, como te comportas en la mesa. No sermonees y luego hagas lo contrario a lo que pides.
Dialogo y comprensión
Los gestos, las palabras y nuestras miradas forman parte de nuestra comunicación y nos ayudan a conocernos.
Comunícate con tu hijo, no importa si crees que no te entiende, lo hace, y créeme que eso mejorará su vocabulario e incrementará su capacidad de comprensión a futuro. Cuéntale cuentos, deja que él te los cuente, pregúntale sobre su día. Comunícate con él como persona.
Límites claros
Enséñale normas claras y coherentes con explicaciones lógicas y explícale que ocurre si no hace lo que le pedimos. Explícale que los sentimientos no son malos, pero si las malas conductas asociadas como golpear o gritar.
A las malas conductas fíjales límites.
Hay que enseñarle a separar los sentimientos de la acción. Las normas deben ser claras y coherentes e ir acompañadas de explicaciones lógicas.
No seas su amigo, entre los amigos existe la igualdad y tú eres padre y educador, tú estableces límites y reglas claras y las explicas. Si no eres capaz de mantener los límites, el niño no confiará en ti.
Déjale experimentar aunque pueda equivocarse
Los niños aprenden mejor explorando el mundo y experimentando. Si se equivocan, necesitan de sus padres para que cuiden de ellos física y emocionalmente.
No lo sobreprotejas, las caídas y golpes son parte de la vida, deja que aprenda a levantarse por su cuenta y auxílialo solo si se trata de algo que consideras serio.
Más artículos de Eduaciónalcélebre que te pueden gustar:
- Mensajes Célebres