La adolescencia es una etapa muy importante donde se adquieren nuevos comportamientos y se fortalecen aquellos aprendidos en la infancia.
La violencia en los adolescentes es un problema, que va en aumento. Va desde las amenazas, las peleas, agresiones sexuales y físicas al homicidio.
En el mundo se producen según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 200 000 homicidios al año entre jóvenes de 10 a 29 años. El 83% de las victimas son varones y también los chicos son la mayoría de los homicidas.
La violencia es una causa de mortalidad muy importante, aproximadamente mueren 180 adolescentes por día por violencia interpersonal.
España se registra un promedio de 13 denuncias a menores por parte de sus progenitores por malos tratos. La mayoría de los chicos esta en el rango de edad de 13 a 17 años, y pertenecen a clases media o alta.
Debemos tener en cuenta que solo se denuncian los casos más graves, entre un 10% o un 15% del total, con lo cual hay un problema invisible que es necesario salga a la luz para que la población tome conciencia de la problemática existente.
Algunos factores de riesgos en el adolescentes
Trastorno de la conducta, hiperactividad y déficit de atención.
Delincuencia.
Consumo temprano de alcohol, tabaco y drogas.
Malos resultados académicos.
Fracaso escolar o falta de compromiso con la institución.
Muestra de violencia en la familia
Desempleo Factores de riesgo por relaciones cercanas (familia, amigos, pareja)
Falta de control y supervisión por parte de los padres.
Prácticas disciplinarias incoherentes o severas.
Vínculos afectivos deficientes entre padres e hijos.
Delincuencia de los padres.
Abuso de sustancia por parte de los padres (droga, alcohol).
Depresión de los padres.
Escasos ingresos familiares.
Desempleo en la familia.
Amistades peligrosas (delincuentes, pertenecer a grupos o pandillas). Cuando a un hijo, desde pequeño, se le da todo lo que desea y además no se le pone ningún límite, estamos haciendo que ellos no toleren la frustración, no la admiten, porque jamás se le dice que no. A esto se le llama Síndrome del Emperador, los niños diagnosticados pueden pegar, robar, agredir, amenazar a sus progenitores sin avergonzarse de ello.
Para los padres que viven esta situación es muy doloroso, la (OMS), ya ha advertido del aumento de trastornos de personalidad en adolescentes que no son diagnosticados correctamente.
Las familias que no cuentan con recursos suficientes para tratar a su hijo en algún centro, solo les queda la vía penal. La denuncia contra su hijo es el último pedido de ayuda para poder solucionar una situación que cada día pesa más y más. No solo desgasta a nivel emocional, se ve reflejado en todos los aspectos de la vida de los padres (trabajo, vida social, relación de pareja, relación con su ex, etc.).
Cada situación es un mundo, pero lo primero que debemos hacer los padres es mirar con objetividad donde estamos y preguntarnos, ¿cómo llegamos a eso?
Sí hemos hecho las cosas siempre del mismo modo, por ejemplo ser demasiado permisivos, por ahí es donde debemos cambiar.
Sí no somos capaces de reconocer lo que no hemos hecho bien, estamos hablando cuando los jóvenes son violentos porque sí, cuando hay un factor psicológico es un tema distinto.
Pero ahora hablamos de adolescentes violentos porque sí, porque todo vale, porque lo quiero y lo tengo, la exigencia, el ya, está a la orden del día. Los padres no quieren frustrar, no quieren discutir, están cansados, no se ven capacitados o simplemente prefieren pasar de todo.
Si han llegado al punto de haber recorrido todos los psicólogos que han podido, van a reuniones periódicas con asistentes sociales, y el joven sigue igual o peor, ante una agresión denuncien.
Muchas veces debemos aceptar que no podemos, no es darse por vencido, es una decisión valiente, que a la larga, que aunque no lo crean, al que más beneficia es a nuestro hijo.
Fuente: este post proviene de TODO PARA NANOS, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
