Fuente: Alimentos. Foto: Chris Lawton
Sin duda tenemos un cuerpo maravilloso, creado para protegernos de cualquier amenaza del exterior, pero por el momento no es perfecto, y en su intento de protegernos pueden confundirse y causarnos daño.
De lo que pretendo hablar el día de hoy es de una situación común a los que se enfrentan los queridos padres, nuestros o ajenos, al alimentar a sus hijos.
En el proceso divertido de conocer sabores, texturas, colores, los placeres del paladar, el niño conoce un mundo delicioso de alimentos.
1. Huevos.
2. Leche.
3. Cacahuates (maní).
4. Trigo.
5. Soya (soja).
6. Frutos secos.
7. Pescado (como atún, salmón y bacalao).
8. Mariscos (como langosta, camarones y cangrejo).
Estos alimentos pueden causar alergias debido a las proteínas que contienen. Esto no quiere decir que tienes que evitarlos en su totalidad ya que puedes estar quitándoles a tus hijos nutrientes necesarios para su buen desarrollo. Además el cuerpo cambia y si uno es alérgico a algún alimento ahora, cabe la posibilidad de que ya no lo sea después.
Así que mejor observa la reacción que tiene tus nenes a los alimentos, es probable que la primera vez la reacción sea leve pero puede empeorar si no es atendida con prontitud, así que no des a la ligera esa primera reacción. Lo ideal es ante cualquier anomalía, acudas a un alergólogo quien podrá decirte qué alimentos es el causante de su alergia.
Fuente: Fotografía: Noah Hinton
La gran ventaja es que contamos con una amplia variedad de texturas, colores y sabores de las que podemos seguir disfrutando pese a que por algún tiempo tengamos que evitar nosotros o nuestros hijos de ciertos alimentos.
¡Padre! Ya estás haciendo una gran laborar al cuidar y criar los futuros adultos pobladores de este hermoso planeta. Esto sólo es un reto más a superarse de su importante labor.
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