Este es un ejercicio que me gusta repetir. Y es que La inspiración de este artista por la tierra; Andy Goldsworthy esta siempre presente. Una idea para reconectar con la naturaleza, para movernos o clasificar como lo fue en este caso. Los niños creaban un patrón por colores claros y oscuros generando linealmente una excusa para la provocación y el juego. Desafíos que ellos mismos pedían sobre la frontera creada. Una experiencia estética y de juego en la que se explora el territorio y el arte es motor para el juego. Esta actividad es realizada con niños de primaria. Pero ha sido siempre un gran eje en la educación infantil. Proporcionando libertad, y la idea de que el arte puede estar vivo y presente en nuestra cotidiana acción docente.
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