No si tienes un negocio online. Si ya es cuasi obligatorio para cualquier blog, negocio, empresa, organización o similiar, para un negocio online tener presencia en las redes sociales es conditio sine qua non.
Es algo que no sabía cuando nació Brazos y Abrazos. Primero fue una idea que se gestó este blog, luego fue un blog cuya intención era fomentar fomentar el porteo ergonómico y luego se transformó en la tienda online que hoy es mi ocupación laboral (afortunadamente). Yo me creía que dominaba las redes sociales por el simple hecho de conocerlas y manejarlas a diario. Craso error.
Desde entonces he tenido que ponerme mucho las pilas, es lo que toca cuando todo el trabajo recae exclusivamente en ti. Los autónomos, gracias a las ayudas económicas que recibimos (cof, cof, cof... espero que se entienda la ironía), tenemos que ser casi el hombre-orquesta, saber tocar todos los palos o al menos intentarlo para salir a flote. Y a mi no me han quedado más
Para aprender lo más importante es una buena formación. Formación para la que debes disponer de dos recursos fundamentales: tiempo y dinero. Porque la buena formación, amig@s, se paga, estaría bueno.
He intentado realizar formación online. Me ha servido de poco nada porque como sabéis, hasta hace poco tenía una tienda física con un horario comercial muy limitado para poder dedicar tiempo a otras cosas. Además yo soy un poco ovejita, necesito un pastor que me guíe, con la metodología no presencial me disperso y no saco nada en claro. No es para mi. Donde vivo es prácticamente imposible una formación presencial en algún campo que me interese para mi negocio, así que me he apañado con la autodidáctica y los talleres a los que he acudido en diversos eventos bloguer@s.
Así que cuando Madresfera anunció que sorteaba dos entradas para acudir a Social Media Camp ¡Ni me lo pensé!. Y eso antes de saber de qué iba exactamente. Pero tenía muy buena pinta y sabía que me sería muy útil. Tanto que hasta me apunté al sorteo de Málaga y estaba dispuesta a desplazarme allí una semana si hacía falta. Pero llegó la convocatoria de Sevilla, probé suerte y me tocó una de las entradas justo dos días antes de mi cumpleaños. Os aseguro que ha sido el mejor de los regalos.
Y el lunes 10 de noviembre comenzó mi aventura como boyscout en el Social Media Camp en Sevilla. Volver a la universidad más de 10 años después -ahí es nada-, aunque el plan era bien diferente a cuando iba a la facultad cuando estudiaba derecho, por entonces no tenía que preocuparme de dejar a mis hijos a buen recaudo.
Nervios, expectación. Cosquilleo en la barriga. Sabía a lo que iba pero no sabía a lo que iba, ¿me gustaría?, ¿me decepcionaría?, ¿valdría la pena el esfuerzo de hacer 200km diarios?.
Os puedo confirmar que rotundamente sí, ha sido una experiencia que sin duda vale la pena vivir, para quienes de alguna manera necesiteis de conocimientos Social Media para desarrollar un proyecto personal, profesional o vuestro blog.
El Social Media Camp es un curso intensivo de social media a un precio muy asequible cuyo objetivo es aprender a sacarle todo el partido posible a las redes sociales: planificar estrategias, manejar las diferentes herramientas para cada red social, métricas y analíticas, elaborar un social media plan, saber en cómo y en qué red social debes estar presente. Lo mínimo imprescindible y fundamental para explotar nuestro proyecto en ellas.
Tras estos cinco intensos días he sacado dos conclusiones acerca del Social Media Camp: aprendes mucho y te quedas con ganas de más. Puede parecer contradictorio pero no lo es. No te quedas con ganas de más por falta de contenido, sino al contrario, todo lo que aprendes en tan poco tiempo te da ganas de querer saber más. Y sobre todo, ponerlo en práctica lo antes posible.
El formato es genial. Nada de tomar nota y coger apuntes. Nada de sentarse a escuchar de manera pasiva como si fuéramos plantas. Como buenos scouts aquí en el Social Media Camp se aprende con la participación, con la práctica, con la colaboración entre los compañeros, con la guía del monitor. O los monitores, mejor dicho.
Porque lo mejor del Social Media Camp es la calidad profesional y humana del equipo que está detrás. Nada como aprender de la mano de quienes están todos los días dando la cara por grandes empresas a través de las redes sociales, es un lujo que compartan con nosotros su saber hacer, su experiencia y sus trucos. Gente realmente inspiradora que te transmite la pasión por su trabajo. Ver polos opuestos como el talento joven de Sertxu Sánchez y la experiencia de la madurez de Paco Viudes. Cómo Amel Fernández nos contagia su entusiasmo y su pasión por un trabajo que adora.
No solo hemos aprendido a manejarnos profesionalmente en esto de las redes sociales. El componente emocional es muy importante y todos los monitores, y en especial Amel Fernández, nos han animado a buscar en nosotros aquello que hacemos realmente bien, porque todos tenemos un talento. A mostrarlo al mundo y sacarle partido. Y si es posible, hacer de nuestro talento nuestra profesión, dedicarnos a ello y ser felices con lo que hacemos. Ser honestos con nosotros mismos y con los demás, ser honrados con nuestro trabajo. Ser felices haciendo lo que nos gusta.
En resumen, me ha resultado una experiencia muy instructiva y a la vez gratificante, salir de allí no solo con un montón de herramientas y nuevos conocimientos sino con un buen rollo, buena energía y un montón de nuev@s colegas campers dispuestos a echar una mano cuando lo necesites, y eso no hay dinero que lo pague. Y con mi diploma en mano, más feliz que una perdiz.
Así que si quereis vivir la experienciadel Social Media Camp y aprender un poco más de este mundo de manera amenta, distendida, muy práctica y sin rodeos, ya están en marcha con nuevos cursos para este año. A mi se me han trastocado un poco los planes con esto de la preñez, pero intentaré de vivir de nuevo la experiencia en Sevilla porque me he quedado con ganas de mucho más.
Y con esto y un bizcocho, me voy a seguir poniendo en práctica todo lo que aprendí, que no es poco y me está siendo muy muy útil. No digo más.