No me cabe duda, si eres padre o madre, que quieres dar a tu hijo la mejor educación en todas sus facetas: académica, en valores, artística, espiritual, social, emocional… Hay tanto que queremos hacer, que muchas veces nos perdemos en las intenciones y no llegamos a concretar. Desgraciadamente, la conciliación familiar es muy complicada y el tiempo no se estira. Además, a veces no nos sentimos preparados para educar en todos los aspectos porque no es en absoluto sencillo estar al día de todo. Disponemos de tanta información en Internet, por ejemplo, que a veces es imposible clasificar lo importante, lo relevante, lo correcto, lo erróneo?
La formación académica podemos dejarla en manos del centro educativo que hayamos elegido para él, conforme a nuestra ideología, valores y posibilidades. Pero la educación es mucho más que un currículo escolar. La educación es tarea de los padres, o tutores, o educadores, como más nos guste llamarlos.
La realidad, es que al final, la educación que transmitimos a nuestros hijos es en primer lugar el ejemplo que les damos, el cariño con que les tratamos y un poco de sentido común. No resulta tan complicado, aunque es verdad que hay en ciertas cuestiones en las que sí que necesitamos ponernos al día, estudiar un poco, como en lo que se refiere al uso de las tecnologías.
La mayoría de nosotros somos ya usuarios de Internet, profesional o personalmente (¿quién no utiliza Whatsapp o Google?), pero lo vemos y vivimos de forma diferente a como lo ven nuestros hijos, para quienes la tecnología forma ya parte de su vida de forma natural, desde que nacen.
Los padres tenemos que entender la filosofía de las redes sociales, conocer los riesgos que existen y ayudar a nuestro hijo a gestionarlos y evitarlos, para que no se conviertan en peligros. Tu hijo no tiene la experiencia que te dan los años para poder identificar un riesgo o un engaño y esto puede ser peligroso cuando accede a las redes sociales o a los juegos online. Además tenemos que intentar que el uso de las tecnologías no se limite al ocio o la comunicación. Hay muchas ventajas en esta nueva era de la tecnología, o del conocimiento compartido, que tu hijo tiene que saber aprovechar. Tu hijo puede estar entre ese 65% de niños que tendrán una profesión que aún no existe y estará basada en las tecnologías. ¿No crees que conviene que al menos se familiarice con ellas? ¡Seguro que sí! Pues debemos educar en redes sociales a nuestros hijos desde muy pequeños.
¿Cómo lo hacemos? ¡Si no tenemos tiempo para más! En Internet tenemos información al respecto en muchas páginas web, pero si necesitas simplificar el trabajo, te recomiendo que leas el libro “#Socorro! ¿qué hace mi hijo en las redes sociales?”, donde he tratado de exponer de forma muy sencilla, en apenas 128 páginas de rápida lectura, lo que como padres tenemos que saber y la forma en que podemos ayudar a nuestro hijo para que utilice las redes sociales bien, para el bien y de forma segura.
¡No es tan complicado! Merece la pena hacer un pequeño esfuerzo por entender el mundo de nuestro hijo, que no es el futuro, es también el presente. Nuestro presente. El único escudo realmente seguro que podemos ofrecer a nuestros hijos, frente a los riesgos de la Web, es una buena educación de su criterio, que será además su mejor herramienta para afrontar el futuro.
En dedifinitiva educar en redes sociales a tu hijo, pasa a ser una asignatura obligatoria para los padres y madres de hoy en día.
Autor: Cristina Meléndez @MaraMelmar
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