Hace tiempo escribí una entrada similar que podéis leer aquí, donde hablaba de aquellos trastos que parecían imprescindibles pero que, o no llegué a dar el uso que esperaba, o directamente no los tuve ni me hicieron falta. Como ya han pasado la friolera de 2 años desde aquella entrada, aún tengo cosas que aportar al respecto.
Vaya por delante que son los artículos que a mi me han sido utilísimos o no les he dado nada de uso, pero es una opinión y experiencia personal, lo que no quiere decir que se tenga que hacer extensivo a todo el mundo. Yo he usado cosas que otras personas han prescindido de ellas, y vicecersa.
Con esta entrada nuestra pretensión es aportar nuestra experiencia personal en el uso de artículos de puericultura, ya que muchas veces compramos cosas creyendo que son imprescindibles y no pensamos en otras que nos pueden ofrecer un gran servicio. Entre todas, aportando nuestra opinión y experiencia, intentaremos daros un poco más de luz a la hora de elegir los artículos para vuestros futuros bebés.
Mis cinco artículos de puericultura imprescindibles:
- Portabebés ergonómicos: el number one, como no. Cuánto me hubiera gustado haber conocido los portabebés ergonómicos cuando Iván era un bebé recién nacido. No fue así, tardamos en descubrirlos, pero no lo suficiente como para no disfrutar de la experiencia con Iván y vivirla intensamente con Antía. ¿Qué voy a decir? Mis dos brazos de más, mi libertad, la posibilidad de moverme sin límites ni barreras y de llevar a mi niña siempre cerquita de mi. Volvería a ser madre solo por el placer de portear de nuevo a un bebé recién nacido. Y los he usado todos: fular elástico, tejido, bandolera, mei tai, mochila... Todos para uno y uno para todos.
- Cojín de lactancia: yo má bien lo llamo "cojín para dormir la mar de cómoda". Me lo regaló mi madre en la semana 32 del embarazo de Iván porque ya una iba durmiendo malamente. Escogí el de Theraline porque fue del que mejor referencias tuve, y no me equivoqué. El cojín me permitió apoyar cómodamente la barriga en al cama y además adoptar una postura cómoda para que no me doliera la espalda con el lumbago. Tanto, que desde entonces duermo cada noche con él, tengo más roce corporal con mi cojín de lactancia con mi marido. Y la noche que no duermo con él porque se me ha escurrido o estoy fuera de casa, me tengo que poner una almohada o cojín entre las piernas porque si no no duermo a gusto.
Como cojín de lactancia realmente no le he dado uso, pero sí, además de para dormir bien, para recostar a mis niños sobre él, como apoyo en el parque o sobre la alfombra... 6 años después está amortizado al 200% y espero que aún le quede mucha vida útil.
- Bañera evolutiva: este fue uno de los artículos de puericultura que más analicé antes de comprar, No quería una bañera que se conviertiera en un trasto en poco tiempo y que ocupara un espacio que no tengo. Tenía claro que no quería que incorporara cambiador ni que fuera un mueble, y cuando vi ésta me convenció plenamente.
Finalmente elegimos la Onda Evolution. Es comodísima, la hamaca antideslizante que incluye te permite bañar al bebé si tener que sujetarlo, lo que te da mucha libertad a la hora del baño para coger los productos, la esponja, la toalla, al disponer de ambas manos libres con la total y absoluta tranquilidad de que el bebé está seguro.
Por el lado de la hamaca es más estrecha y en el lado contrario hace forma de asiento para cuando son más grandes, de tal manera que se adapta al bebé cuando va creciendo. Además lleva unos dispositivos que la fijan a la bañera grande o un soporte metálico que se pliega en tijera, esta fue la opción que elegimos nosotros.
Amortizada de más, la usamos con Iván hasta que nació Antía, la hemos usado con Antía, a la vez la seguíamos usando con Iván y aún ahora la usamos, ya que se bañan juntos en ella. Sí, algo apretaícos, pero es que a ellos ¡les encanta!.
- Sacos de dormir y pijamas-manta: mis hijos no soportan estar tapados. No lo entiendo, pero los dos desde bebés ha sido cubrirlos con una manta o sábana y sobre la marcha destaparse. Llegado el fresquete los sacos fueron nuestra solución para que durmieran abrigados y sin destaparse. Los más conocidos son los de Grobag pero ya se encuentran de cualquier marca, yo los compré sobre todo en Kiabi, alguno en C&A y un par de modelos más finitos, de entretiempo, en el LIDL. Todos ellos muy económicos, ninguno me costó más de 15?, y me han dado un resultado estupendo ya que los usé con los dos. Y cuando ya se ponen de pie y el saco es incómodo, los pijamas-manta, lo mejor para dormir destapados sin pasar frío.
- Silla de seguridad para el coche: IM-PRES-CIN-DI-BLE. Y no basta con que sea cualquier silla, para esto fue muy exigente e hice un análisis a fondo de las diferentes marcas, modelos, asegurándome que cumplían los criterios de seguridad recomendados. Es más, no escatimé, en una silla que le puede salvar la vida a mis hijos me da igual lo que me cueste si se que es la más segura.
Con ambos usamos el Grupo 0+ del Streety de Bebé Confort. En el grupo I, para Iván elegimos la Iseos Isofix de Bebé Confort y con Antía la Q Retractor Fix de Casualplay. De las dos me quedo con la segunda, por suerte no hemos tenido que ponerla a prueba en un impacto pero en cuanto a colocación, comodidad, durabilidad, la segunda gana por goleada.
Mis cinco artículos de puericultura prescindibles:
- Vigilabebés: ni siquiera los compré, mi casa está bien comunidada y siempre he tenido a los peques conmigo, así que afortunadamente fue un dinero bien ahorrado.
- Biberones: Sí, quizás es prácticamente imposible imaginar una maternidad sin biberones pero en nuestro caso ha sido uno de los artículos más inútiles. No tengo nada en contra de ellos pero mis hijos nunca los han querido, pasaron de la teta a la cuchara y por más biberones que compré ahí están, sirviendo de juguete. Y si extendemos el concepto, apliquemos tetinas, dosificadores de leche, escobillas limpia biberones, esterilizador y etc...
- Ropa de lactancia: sí, parece imprescindible si vas a dar el pecho a tu bebé, pero en mi caso afirmo que es totalmente prescindible. Empezando porque no he encontrado ropa de lactancia bonita, o al menos a mi gusto. Nada. Siguiendo por que no hay un solo sujetador de lactancia que me haya hecho el pecho bonito estéticamente. Rematando porque es difícil encontrar prendas de lactancia económicas, y cuando digo económicas me refiero a precio por debajo de los 20?. Siempre me he apañado con prendas tanto de exterior como de interior totalmente normales, y tan feliz.
- Andador: totalmente prescindible y para mi un isntrumento del diablo. Mi madre cuenta con horror cómo casi me mato cuando me caí con él escaleras abajo. En mi casa siempre han estado prohibidos y en nuestro caso está claro que no son necesarios ni para andar ni para que los bebés se muevan sin hacerse daño. Por supuesto ni lo compré ni permití que me lo regalaran, y doy fe que no he pensado ni un solo momento que me pudiera resultar útil.
- Mochila colgona: horror, esa primera mochila que me regalaron que tan buena parecía. Por su culpa casi destierro la idea de portear, entre lo incómoda que yo iba y que mi niño parecía que se iba a caer, ahí colgado por sus partes, no quiero ni recordarlo. No soy capaz ni de venderla de segunda mano.
Si algo he aprendido en mi maternidad es que todos lo que nos quieren vender como imprescindible no lo es: puede que sea útil, apañado, pero imprescindible, poco. De hecho me ha costado hacer la lista de 5 imprescindibles.
A estas alturas estoy empezando a deshacerme de las cosas de mis hijos. Sí, esas cosas que guardaba por si volviera a tener un bebé. Porque con el primero compré -o me regalaron- todo lo que parecía imprescindible y realmente llegué a darle uso a casi todo porque ya lo tenía, pero no por necesidad; con la segunda lo usé porque lo tenía, y aún así hay cosas que casi no he usado; ahora no voy a acumular cacharros sabiendo que son totalmente prescindibles.
Si alguna vez se obra el milagro de que venga un tercder bebé, me lo tomaré con mucha más tranquilidad, y si digo que no tendría cuna, cochecito o parque, no me toméis por loca...
Espero que esta entrada os sea de utilidad, ¡Ya me contaréis!