“Clara y Pepe acaban de ser padres. Manuel, su bebé, es muy curioso, lo mira todo
como si quisiera saber qué es y cómo funciona. Resulta chocante porque lo habitual es
que recién nacido solo pudiera distinguir bultos. Llama la atención la fuerza que tiene
para lo pequeño que es. Tan solo con unas pocas semanas sorprende la intensidad y
profundidad con que observa las cosas y las personas: “parece que te mirara adentro”
dicen sus padres. Incluso cuando se le habla da la sensación de que entendiera lo que
se le esta diciendo y que estuviera deseando responder. Pronto balbuceará y
balbuceará porque está impaciente de hablar”.
Manuel es un alumno Babysapien, recibió el método Babysapien desde el 5º mes de
gestación dentro del vientre de su madre. Sus padres querían fortalecer sus defensas,
dotarle de experiencias y enseñanzas para que estuviera preparado tanto física, mental
como emocionalmente para la vida que le tocara vivir.
Durante las sesiones que recibió semanalmente a lo largo de la gestación, Manuel
escuchaba determinadas piezas de música clásica, acompañadas de aromas, imágenes.
Sobre todos los temas que existen, se le daban explicaciones como si fuera un chico
mayor, escuchaba sonidos cotidianos y “tocaba” texturas. Los sonidos los escuchaba a
través de la barriga y el útero de su madre, los aromas le llegaban a través de la placenta
y las imágenes y texturas mediante las sensaciones, emociones y reacciones físicas de su
madre.
“Cuando Manuel ya estaba mas desarrollado, Clara notaba al comenzar que su hijo
empezaba a moverse y en determinados momentos se colocaba en el centro de su
vientre como si quisiera estar lo mas cerca posible del exterior.”
Babysapien es un método científico porque se basa, entre otras, en investigaciones
como las realizadas por Gardner sobre las inteligencias múltiples, en las de la Dra.
Barbara Kisilevsky sobre la audición de los fetos, los estudios de Linda Buck y
Bettina Malnic de la Harvard Medical School y los profesores Junzo Hirono y
Takaki Sato del Life Electronics Research Center de Amagasaki en Japón que
descifraron los complejos mecanismos del olfato.
También se fundamenta en los estudios de la neuróloga pediátrica Giovanna Spinella
del Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos de Bethseda en Maryland (EEUU)
en donde analizó cómo el nasciturus capta la luz, los colores y texturas.
Sabemos y compartimos con Henry Truby, investigador y profesor de Pediatría,
Lingüística y Antropología de la Universidad de Miami que el feto no sólo se mueve al
ritmo de la madre si no que también es susceptible de aprender a través de la
información que le proporciona su madre. El conocimiento del universo táctil y visual
de esta forma se suma al que le proporciona la estimulación auditiva y olfativa.
Babysapien es diferente a los demás métodos porque usa los sentidos no para
sensibilizarlos a la hora de recoger la información sino como puertas de acceso al
cerebro, produce conectividad neural repartida armónicamente entre todas las áreas
mentales lo que da lugar a un desarrollo madurativo sólido y completo de todas las
funciones cognitivas y psicomotrices del menor.
Está destinado tanto a fetos cuyo desarrollo es normal como a aquellos otros que
presentan dificultades. Así mismo se aplica también a bebés prematuros y nacidos a
término con o sin anomalías. En todos los casos produce una mejoría sustancial que es
visible a ojos de todo su entorno.
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