Pero, ¿miedo a qué? Son muchas las cosas a las que se tiene que enfrentar una mujer embarazada: miedo al parto, miedo a cuidar de un niño, miedo al cambio, miedo a no ser 'buena' madre.. Además, hay que tener en cuenta que, durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta numerosos cambios hormonales que le provocan altibajos en su estado emocional, lo que le hace más propensa a percibir el estrés y la ansiedad.
Hasta cierto punto, no tenéis que preocuparos, pues este estado de estrés no es peligroso para el embarazo, siempre y cuando esté controlado. Sin embargo, en ocasiones, si llega a ser una situación atenuada y constante, puede llegar a provocar un parto prematuro.
Después de dar a luz, estos ataques de ansiedad se pueden prolongar e, incluso, aumentar, dado que, de nuevo, volvemos a sufrir cambios químicos y hormonales en el cuerpo. Además, nos enfrentamos a un gran cambio. Tenemos a un bebé a nuestro cargo, lo que supone mucha responsabilidad y cansancio. Por eso, muchas madres se ven superadas por la situación, por el agotamiento, y viven en una constante ansiedad que, en ocasiones, deriva en una depresión post parto.
La depresión post parto se caracteriza por sentimientos de tristeza y soledad, y suele ser muy habitual en los primeros días después del parto. Sin embargo, cuando perdura, puede afectar al estado físico de la mujer, quien, en ocasiones, puede llegar a dejar de comer o dormir.
Por eso, puede resultar muy interesante aprender algunas técnicas para saber controlar en un momento dado una situación de ansiedad. En este vídeo, la psicóloga clínica Amor Hernández nos propone algunas técnicas de respiración.
¿Qué opináis? ¿Habéis sufrido o seguís sufriendo situaciones de ansiedad?
Fuentes: GeoSalud, Toronto Public Health, Diario Femenino y Baralia