Hoy os traigo un clásico contemporáneo que me ha encantado.
Tiene un total de 32 páginas repletas de ilustraciones muy divertidas que esconden espirales, hasta en los objetos menos esperados. Un libro para ver y sorprenderse.
He de confesar que la primera vez que abrí el libro miles de interrogantes inundaron mi cabeza. Además abrí el paquete sorpresa acompañada y la primera pregunta que recibí de quien tenía al lado fue: ¿Dónde está el texto?
Efectivamente no tiene, está repleto de imágenes coloridas sobre fondo blanco que incitan a la búsqueda, la curiosidad y el desarrollo de la agudeza visual.
Todos ellos forman parte del proceso cognitivo, tan importante de desarrollar entre los más pequeños para que los aprendizajes posteriores sean asimilados en su estructura cognitiva de forma adecuada.
Como maestra de PTAI, considero que es no es solo un libro infantil, también es un recurso excelente para trabajar con el alumnado con NEAE en el aula, principalmente con aquellos que requieren que se trabaje con ellos la estimulación cognitiva, englobando: atención, memoria y discriminación visual.
Estos procesos cognitivos podemos trabajarlos a través del libro de la siguiente forma:
En todas las páginas el niño/a debe buscar donde se localiza la espiral del caracol, de esta forma se favorece la mejora de la atención y la discriminación visual de la espiral.
Además se puede contribuir al desarrollo de la memoria, podemos buscar al caracol o la espiral en un número de páginas considerable (dependiendo del alumno/a y sus neae será mayor o menor) y posteriormente cerrar el libro, entregarle un papel y que escriba todos aquellos lugares en los que ha visto la espiral del caracol. También se le puede preguntar para que lo diga oralmente.
El trabajo para estimular la atención de los niños no tiene que ser molesto y mucho menos complejo. En realidad por medio de diversas herramientas, como este magnífico libro es posible ayudar a nuestros pequeños a desarrollar esta capacidad.
Este libro nos muestra que desde la misma letra por la que empiezan las palabras concha y caracol, hasta la apariencia de diversos elementos del hogar y la vida cotidiana, pasando por la fisonomía de numerosos animales y plantas, la presencia de la espiral logarítmica, y su versión tridimensional en hélice está muy presente en nuestro día a día; especialmente en la naturaleza. Basta afinar el ingenio para descubrirlas.
■ Edad recomendada: pre-lectores, primeros lectores.
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