Presionamos sobre el punto amarillo inicial y al pasar la página aparece otro y luego otro y otro,... ¡y hasta podemos cambiarlos de color! Luego sacudimos el libro, lo inclinamos para un lado y para el otro,... y vamos viendo que sucede con los puntos. El juego continuo dejando a oscuras a los puntos, soplando, dando palmas,... Y al final, una nueva proposición que los niños no podrán rechazar: "¿volvemos a empezar?"
Sin pilas, sin cables y sin necesidad de conexiones varias, el autor consigue que tres puntos de colores se desplacen e interactúen con los pequeños lectores. Siguiendo las indicaciones que nos da logramos que los puntos se muevan, crezcan, cambien de color y se desplazan por las hojas hasta casi desaparecer...
Un libro arriesgando con ilustraciones sencillas y textos cortos que consiguen que esté lleno de magia.
Es una forma de presentar a los peques el libro como juego, para que entiendan la lectura como diversión y de esta manera les hace ver que la magia y la aventura están presenten en las páginas de los libros.
Nuestra experiencia:
La primera vez que abrimos el libro lo único que presenciamos fue un círculo amarillo sobre una página en blanco. ¿Qué vendría después? Sinceramente no nos lo esperábamos. Y... ¡Nos encantó!
El autor nos fue dando una serie de indicaciones que tuvimos que realizar para ir avanzando en la historia y ver qué le ocurre a ese personaje protagonista tan particular, un punto amarillo que nos hace interactuar, aprender y alucinar. Y es que, siendo los peques curiosos por naturaleza, y yo tan apasionada de los libros interactivos, no pudimos resistirnos a ver qué ocurría en las siguientes páginas y lo releímos una y otra vez.
Es uno de los cuentos infantiles que merece la pena ver y comprobar por uno mismo lo que esconden sus páginas.
El autor ha logrado con este libro una complicidad entre mis pequeños lectores y la historia que entre sus páginas esconde y, sólo usando círculos de colores, como fuente de juego y disfrute.
Gracias a “Un libro” tenemos no sólo una experiencia lectora sino también una experiencia táctil y espacial.
Además de todo lo ya mencionado, es también un libro ideal para trabajar conceptos básicos con los peques y descubrir las primeras nociones de cantidad, numeración, seriación, orden, nociones espaciales, discriminación visual, coloresPero sobre todo nos acerca al contacto directocon el libro como compañero de juego y herramienta de disfrute.
Es muy divertido ver cómo las instrucciones de cada página hacen que los puntos vayan transformándose en forma, color, posición, tamaño Para los niños es una estupenda manera de entender el concepto causa-efecto y la percepción espacial. Asimismo, podemos es una herramienta estupenda para trabajar la atención.
Además les invita a tener paciencia para leer las instrucciones y seguir unas normas para lograr resultados. En nuestro caso, también lo hemos utilizado para la lectura compartida, “Un libro” con todas sus instrucciones favorece que respeten los turnos, ya que podemos pedirles a los peques que lo lean en parejas y que cada uno intervenga en una página de manera alterna.
Para mí, como Maestra de Educación Especial y Monitora de Educación Infantil, ha sido todo un descubrimiento, es un libro-juego que ofrece muchas posibilidades, con alumnos muy diferentes y de distintos rangos de edad.
Está editado por Kókinos y su autor e ilustrador es Hervé Tullet un francés que empezó haciendo trabajos como ilustrador para la prensa y en 1994 publicó su primera obra para niños. Hoy en día es uno de los ilustradores franceses más reconocidos.
Aquí os dejo el enlace de su página para que investiguéis más sobre él si os apetece.
(Podéis acceder pinchando en la imagen)
Y si no os podéis resistir a las nuevas tecnologías...
¡SORPRESA! El libro tiene su versión digital en una APP para disfrutarlo en este formato. Una aplicación para iphone e ipad basada en el libro de Hervé Tullet que fue también premiada con la creación digital de la viruta en el salón de Montreuil en 2011.
APP:
(Podéis acceder pinchando en la imagen)
Y después del punto y final...
Los puntos de colores siguen saltando, subiendo, bajando pero esta vez fuera de las páginas.
Os propongo algunas actividades que podemos hacer:
1. Estimular el pensamiento lógico de los peques. Una buena idea es realizar series siguiendo un patrón:
Utilizando lana, aguja de lana y bolas de poliespán.
Cordones y bolas de madera.
Con tapones de colores.
Pelotas
Podemos empezar realizando las series que aparecen en cada una de las páginas, empezando por las más sencillas e ir aumentando la complejidad.
2. Trabajar la atención, la discriminación visual, los colores, la memoria y la coordinación óculo-manual.
Podemos utilizar pompones de los colores de cada uno de los puntos, y trabajar la asociación de color o las series colocándolos directamente sobre las páginas del libro.
Localizar puntos en concreto.
Mirar durante unos segundos una página, tapar alguno de los puntos y adivinar cual se esconde.
Intentar recordar una secuencia sin mirar la página, dibujarla en un papel o colocando círculos de cartulina y luego descubrir si la hemos hecho correctamente o si hemos fallado.
4. Estimular la psicomotricidad gruesa.
Recortar círculos de cartulina grandes y pequeños de color rojo, amarillo y azul. Si quieres los puedes plastificar para que te duren más. Se colocan el el suelo y se pide al peque que salte de un color a otro, que se desplace hacia alguno de ellos, que siga una secuencia etc.
Y muchas cosas más. Si os ocurre alguna actividad compartirla en un comentario.
¡Os lo recomiendo sin ninguna duda! No podéis perderos la oportunidad de ver a los peques pasando las páginas en papel y haciendo magiacon sus manitas.
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