Hoy he decidido hacer una quiche de calabacín y bacon que ha quedado lista en 45 minutos.
La verdad es que nunca había hecho una quiche, pensaba que era algo engorroso y muy difícil de hacer, pero el otro día una amiga me comentó que era algo facilísimo y que solía gustar a los niños por su forma de tarta. Lo bueno de las quiches es que no hace falta seguir la receta al pie de la letra, ya que mientras que tengamos la base (la masa, los huevos y un poquito de harina) podemos poner los ingredientes que más nos gusten.
Los ingredientes que he utilizado son:
Base de masa quebrada pre-fabricada (también podemos usar masa de hojaldre)
Para la masa usaremos masa quebrada o de hojaldre, según nos guste más, ya prefabricadas
2 calabacines grandes
80 gr. de bacon cocido
1 cebolla
4 huevos
medio vaso de leche entera
3 cucharadas de maizena (harina de maíz)
25 gr. de aceite de oliva
sal y pimienta
Cocemos los calabacines unos 20 minutos para que estén blandos. Mientras rehogamos la cebolla con el aceite y el bacon partido en trocitos (unos 10 minutos hasta que veamos que la cebolla está hecha).
Mientras mezclamos la harina de maíz con la leche y reservamos.
Cuando los calabacines estén hechos los cortamos en trocitos pequeños y los mezclamos con la cebolla, el bacon, la maizena deshecha en la leche, los huevos y un poquito de sal y pimienta.
Se pone la masa en un molde de quiche (este que he usado yo es de bizcocho de puede hacer pero queda un poco peor porque los bordes se me caían para abajo)
Se mete en el horno unos 25-30 minutos (hasta que esté dorada, se puede ir controlando metiendo la punta de un cuchillo para ver que está cuajada) y ¡¡cenas rápidas listas en poco más de 30 minutos!!
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