Hoy en día, en nuestra sociedad actual, el parto es un proceso fisiológico que principalmente se vive dentro del entorno hospitalario, cosa que ha supuesto la medicalización de un proceso para el que fuimos creados naturalmente.
Intervenciones programadas como la cesárea, o el uso indiscriminado de oxitocina sintética, la separación de mamá y bebé, inciden entre otras cosas en el éxito de la lactancia materna.
Para tener éxito con la lactancia materna la naturaleza ha dispuesto de una serie de procesos que nos preparan tanto a mamá como al bebé para actuar de forma adecuada y garantizar así que la alimentación ocurra sin tropiezos, nos dice Beatriz López, doula, educadora prenatal y coordinadora de Embarazarte.
Las mujeres estamos hechas para parir, según la Organización Mundial de la salud, solo entre un 10 y un 15% de nacimientos deberían culminar en cesárea, y en Venezuela tenemos una de las tasas más elevadas en nacimientos por cesárea. Las acciones que concurren en la cesárea son las que afectan el establecimiento de la lactancia, especialmente la separación de mamá y bebé luego de la intervención quirúrgica retrasan la subida de la leche en la madre.
También hay estudios que nos muestran que hay consecuencias con el uso de oxitocicos externos durante los nacimientos de los niños. La oxitocina y la prolactina son hormonas que producimos naturalmente, pero es costumbre en los partos intrahospitalarios su administración en forma sintética, con ciertos efectos comprobados para mamá y bebé:
– Como uno de los efectos en la conducta de esta endorfina es relajar el sistema nervioso central, podemos deducir que tendremos bebés más inquietos, más demandantes y madres menos tranquilas o más nerviosas, lo que repercute en una mayor necesidad de parte de bebé de pegarse al pecho en busca de esta tranquilidad, porque hay en promedio menos cantidad de oxitocina endógena en sangre de mamá (la que se dispara tras la succión del bebé al pecho de la madre) y por ende en la leche materna .
– La prolactina, otra hormona importante durante el proceso de parto y nacimiento, se dispara más rápido en madres que han usado oxitócicos externos en el parto, (10 minutos antes) por lo tanto, tendremos pechos más pletóricos, con la consecuente dificultad para el agarre del bebé, pues los pezones suelen estar menos pro-táctiles. Una producción mayor de leche materna, que no se acompasa a una demanda necesariamente mayor del bebé tiene más riego de generar mastitis en la madre.
La preparación al parto y a la lactancia materna inician durante el embarazo, acudir a talleres prenatales donde se hable sobre lactancia materna y parto fisiológico, le ayudará a la madre a comprender cada proceso y su relevancia.
El desconocer las opciones, influye en que la mujer sea más permeable a que ocurran irrupciones en su proceso natural.
Vivir un nacimiento por cesárea o con uso de oxitócicos sintéticos no quiere decir que la lactancia va a fracasar, lo importante es estar consientes y conocer los pros y los contras de los procesos para tener la capacidad de elegir lo que deseo, concluye Beatriz López.
Hablar con tu gineco-obstetra y compartir tus dudas, temores y deseos con respecto al nacimiento de tu hijo, también es un punto importante para trabajar por el éxito de la lactancia.
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